Frente al alza de contagios de coronavirus, una señal de acuerdo por las PASO pero más disputa entre Gobierno y Ciudad
En medio de la escalada de tensiones entre el Gobierno y la oposición por las clases en la Ciudad de Buenos Aires, una pequeña señal de consenso. Juntos por el Cambio (JxC) unificó posición, pese a las discusiones internas, y aceptó finalmente acompañar el plan del gobierno de postergar las elecciones primarias (PASO) hasta septiembre y las generales hasta noviembre. Sin embargo, la coalición opositora puso una condición: reclamó incluir una «cláusula de reaseguro» que le impida al Ejecutivo intentar suspender las primarias más adelante. En simultáneo, el lavagnismo pediría otra cláusula para que el gobierno se comprometa a que, en la elección del 2023, se implemente la boleta única. Este tema también es reclamado por JxC.
La principal fuerza opositora respaldará la iniciativa del ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, para posponer del 9 de agosto al 12 de septiembre las elecciones primarias y del 24 de octubre al 14 de noviembre las generales. El comunicado opositor fue respaldado por los tres partidos que conforman Juntos por el Cambio, la Unión Cívica Radical, el Pro y la Coalición Cívica. En la espacio existían claras diferencias internas sobre la posición a tomar, pero pesó en la balanza el fuerte aumento de casos de coronavirus de las últimas semanas y se prefirió evitar dar una señal negativa y de mayor conflictividad y estrés en un momento sensible.
El oficialismo tenía prácticamente asegurados los 129 votos necesarios en Diputados, ya que todos los bloques provinciales habían manifestado su respaldo a la propuesta, pero preocupaba la reacción social que podía generar una decisión sin el acompañamiento de la oposición más grande. La ley debería sancionarse antes del 10 de mayo, el límite en el plazo para convocar oficialmente a las PASO.
Pero, aunque decidió respaldar la postergación de las elecciones, la desconfianza de Juntos por el Cambio no desapareció y solicitó «una cláusula que reasegure el compromiso del Gobierno nacional con el respeto de la legislación electoral vigente». Pidió que se incluya un artículo que exprese que «la presente ley no podrá ser modificada ni derogada durante el año calendario en curso”. También JxC informó que «hemos elevado nuestra propuesta para la implementación de la Boleta Única, ya que significa mayor transparencia, menos personas movilizadas en las elecciones, menos manipulación de papel, ahorro de transporte y menos miembros en el comando electoral».
El gobierno rechazó de plano esa posibilidad para las elecciones de este año. Sin embargo, el bloque lavagnista de Consenso Federal, propondría agregar una cláusula que garantice que la boleta única se aplicará en las elecciones presidenciales de 2023. Se abre allí un nuevo debate.
Si por un lado negocia y dialoga, por el otro el Gobierno carga cada vez con mayor fuerza sobre la gestión de Horacio Rodríguez Larrea en la Ciudad de Buenos Aires. Se acaba la semana y la Corte Suprema sigue demorando una decisión respecto del amparo presentado por el gobierno porteño para mantener la presencialidad de las clases. A las críticas constantes del Ejecutivo nacional por las clases y a las presiones sin éxito del ministerio de Educación y de Justicia para que los colegios privados a que cierren sus puertas, se sumó ayer el PAMI con denuncias sobre el plan de vacunación en la Capital.
La titular de la obra social estatal, Luana Volnovich, aseguró que los centro de vacunación del PAMI estaban vacíos y se acumulaban las vacunas las heladeras. “Abrimos 3 vacunatorios para 1.200 personas mayores por día. Pero ¿saben qué pasó? Solo vino el 30% de la gente. 7 de cada 10 faltaron. ¿Raro no?”, dijo y aseguró que había personas fallecidas que figuraban con turno para vacunarse. El gobierno porteño debió salir a aclarar que el registro de turnos se hizo a partir de la base de datos del propio PAMI y que los errores se produjeron porque ese listado está desactualizado.
