El oficialismo busca dar señales de unidad y coloca como eje la pelea con los jueces, pero sigue la tensión interna
“Esta es la foto de nuestra unidad”. Con esa frase y el pedido a fotógrafos para que registren bien la imagen, Alberto Fernández buscó destacar el escenario compartido con Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof. El acto, oficialmente por un plan de viviendas en ejecución en la localidad de Ensenada, puso el foco en una dura respuesta al último fallo de la Corte Suprema y en dar por superados los últimos capítulos de tensión interna. Sin embargo, casi al mismo tiempo, se producían nuevos mensajes desde las filas del kirchnerismo duro.
Alberto Fernández profundizó su carga contra los jueces de la Corte, que ratificaron la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires y sostuvieron que es potestad de cada distrito garantizar el derecho a la educación. La nueva respuesta presidencial apuntó a descalificar a los magistrados acusándolos de jugar a favor de una futura candidatura de Horacio Rodríguez Larreta.
“No usen sentencias para favorecer a los candidatos que le gustan”, dijo el Presidente. Y después insistió con la unidad del Frente de Todos. La referencia a la interna apuntó amortiguar el impacto de la disputa en torno del subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo. El ministro Martín Guzmán empujó su renuncia pero el funcionario se mantuvo en el cargo con respaldo de la ex presidente.
Ayer mismo, Basualdo reapareció en una actividad pública. Mantuvo un encuentro con dirigentes sindicales de Luz y Fuerza, junto a la interventora en el ENRE, Soledad Manin. Y fue difundida una foto de ese acto.
Otra señal al ministro de Economía desde el kirchnerismo duro será dada hoy en el Senado. La Comisión de Presupuesto tiene previsto tratar un proyecto de declaración con un reclamo a Guzmán que fue presentado por Oscar Parrilli y acompañado por los principales referentes de la bancada oficialista.
La iniciativa no tiene efecto concreto pero constituye un mensaje político evidente. Solicita a Economía que el desembolso del FMI por su ampliación de fondos, calculado en 4.350 millones de dólares, no sea utilizado para pagar deuda sino para asistencia por la pandemia del coronavirus.
