El Gobierno saludó la asunción de Biden: dos mensajes diferentes con el FMI como telón de fondo

Protocolo y también mensaje político, el Gobierno saludó la asunción de Joe Biden como presidente de los Estados Unidos. Fue una señal para avanzar en el camino informal que se buscó transitar sin demoras en medio de la tensión vivida en Washington con la resistencia y luego el final traumático de la gestión de Donald Trump. Alberto Fernández intenta tejer una relación vital para la negociación con el FMI y a la vez compleja para la región, con Venezuela ocupando la primera línea de desafíos.

Hubo dos mensajes hacia el nuevo mandatario estadounidense –en rigor, para el foco de su equipo del Departamento de Estado-, aunque no quedó claro si fueron matices pensados o falta de sintonía fina en el Gobierno.

Primero se conoció el texto de la Cancillería, que expresó las felicitaciones a Biden y Kamala Harris, y dedicó el resto de las líneas a reclamar respeto a los organismos multilaterales y pidió que “no se apueste a la desunión de nuestras naciones como en la etapa anterior”. Después, Alberto Fernández  deseó suerte al nuevo presidente de Estados Unidos: “Estoy seguro que en esta nueva etapa el vínculo entre nuestros países se fortalecerá”.

Las relaciones con el equipo de Biden debió incluir de entrada, apenas pasadas las elecciones, un ejercicio para generar confianza luego de un paso en falso del ministro Felipe Solá. El canciller dijo que en una charla con Alberto Fernández se había hablado de un pedido argentino para que Washington remueva a su director en el FMI.

Fue necesaria una desmentida oficial del gobierno argentino, que debió desairar a Solá pero sin que le costara el cargo. Fuentes del oficialismo hablaron de un “invento” del canciller sobre aquél diálogo, aunque otros hablaron de una infidencia.

En cualquier caso, fue necesaria una rápida desmentida oficial, que eligió para hacerlo una cadena internacional de noticias.

El Presidente espera lograr oxígeno para la negociación del acuerdo con el FMI. En esa agenda bilateral, otro punto destacado será sin dudas la posición frente al régimen venezolano. Hay en algunos despachos del Gobierno una lectura algo lineal sobre el giro de Washington con  la gestión Biden. Las señales en ese terreno son advertidas por lo menos como contradictoria.