Diputados: fuertes cruces en clima de campaña y una sorpresiva señal de Máximo Kirchner con impacto interno

Diputados: fuertes cruces en clima de campaña y una sorpresiva señal de Máximo Kirchner con impacto interno

Santiago Cafiero concurrió ayer a la Cámara de Diputados para exponer su informe de gestión. Como estaba previsto, fueron horas de tensión, con fuertes críticas del jefe de Gabinete a la oposición y duras cargas de Juntos por el Cambio sobre el funcionario. La sorpresa fue brindada por Máximo Kirchner, con un dardo directo al Gobierno por la decisión de modificar la ley de vacunas contra el coronavirus para destrabar la negociación con Pfizer. Y en la misma línea, buscó condicionar la negociación con el FMI.

Cafiero fue severamente cuestionado, de entrada, por el incumplimiento de la norma constitucional que impone informes mensuales del jefe de Gabinete ante el Congreso, intercalando Diputados y el Senado. El funcionario también marcó desde el primer minuto el tono de rechazo a las críticas opositoras y apuntó contra la gestión de Mauricio Macri.

Dos de los discursos más directos desde JxC estuvieron a cargo del presidente del interbloque, Mario Negri, y del jefe de la bancada del PRO, Cristian Ritondo. Apuntaron a la agravada crisis económica y al plan de vacunación.

En varias ocasiones, el presidente de la Cámara, Sergio Massa, debió intervenir para tratar de bajarle la temperatura al clima de debate. En medios cercanos a la Casa Rosada ya se evaluaba como razonable el resultado de la presencia del jefe de Gabinete, pero llegó al final el mensaje de Máximo Kirchner que volvió a agitar la interna oficialista.

El jefe del bloque del Frente para Todos apuntó a la modificación de la ley de vacunas contra el coronavirus. Ese cambio fue realizado por medio de un DNU, en un contexto de ofensiva opositora y de mayor sensibilidad social frente a la demanda de familiares de menores con graves problemas de salud que ya deberían haber sido vacunados sin más demoras.

JxC reclamó que en lugar de un DNU fuera aprobado por acuerdo entre oficialismo y oposición un proyecto para allanar el camino a las vacunas de Pfizer, Moderna y Janssen. El Frente de Todos rechazó la oferta y al menos hasta ahora, estaba previsto que la semana próxima el decreto sea avalado por el Senado, con voto del kirchnerismo.

Máximo Kirchner dijo textualmente en Diputados: “Yo no quiero un país que sea juguete de las circunstancias o que tenga que ceder a los caprichos de laboratorios extranjeros que, con más y con muchísima mezquindad, buscan siempre doblarle el brazo al Gobierno y también a este Congreso, que votó una ley de vacunas como la que votó y no hubo un laboratorio ni europeo ni asiático que pusiera algún ‘pero’ a la hora de poder negociar con la Argentina”.

Y agregó, vinculando el tema con la negociación de la deuda: “Cuando pasan este tipo de cosas uno se pregunta: si así le fue de bien a este laboratorio, con todo el eco que generó en parte de la política argentina, ¿cómo non va a ir con el FMI? Porque muchas de las cosas que dicen varios colegas opositores son ciertas. ¿Cómo vamos a hacer para exportar más para producir más, cómo vamos a hacer con el FMI? Porque si un laboratorio nos obligó a cambiar todo el andamiaje, ¿cómo vamos a hacer con el FMI?».

Las declaraciones del máximo dirigente de La Cámpora resonaron cuando Martín Guzmán iniciaba nuevas gestiones por la deuda con el FMI. El ministro de Economía comenzó ayer mismo a concretar su agenda en el marco de la nueva Cumbre del G-20, en Venecia.