El Presidente habló ante el Congreso: fuerte carga sobre la Justicia, pelea con la oposición y señal al FMI

Alberto Fernández dejó inaugurado con un extenso discurso el nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso. El Presidente dedico buena parte de su presentación a reivindicar el primer año de gestión, con referencia ineludible a la pandemia y nuevas críticas a la «herencia» recibida. Aunque esperada, fue muy fuerte la crítica a la oposición, se destacó el más decidido cuestionamiento a los medios y sobresalió por los términos la carga sobre la Justicia.

Pero además, fue significativo el tramo referido a las negociaciones con el FMI. Resultó una señal en su boca de un cambio en la línea inicial. El mensaje confirmaría que el Gobierno apuesta ahora a un proceso más largo y que las tratativas por un acuerdo de facilidades extendidas debería esperar por lo menos hasta después de las eleccciones.

La cuestión de la deuda constituyó además uno de los momentos más duros contra la oposición de Juntos por el Cambio. Anunció que se iniciará una demanda contra la gestión macrista por los acuerdos firmados en esa gestión.

Hacia el final del discurso llegó además el mensaje al Poder Judicial. la Justicia. El Presidente dijo el la Justicia está en «crisis» y que «parece vivir en los márgenes del sistema republicano». Fue además especialmente directo en la descalificación de la Corte Suprema.

En esa línea, reclamó a Diputados la aprobación de la reforma judicial promovida por el Ejecutivo, que fue modificada ampliamente en el Senado y que apunta especialmente contra los jueces federales. También pidió que sea sancionada la modificación de la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal, motorizada por el kirchnerismo duro. Y anticipó el envío de una inicitiva para crear un tribunal intermedio que le reste atribuciones a la Corte.

El Presidente habló ante una Asamblea Legislativa atípica por las restricciones frente al coronavirus. Pocos legisladores y autoridades en el recinto, sin barras y con representantes de provincias y de la Corte Suprema siguiendo la ceremonia de manera virtual. Marcó además la reaparición de Cristina Fernández de Kirchner, ausente durante estos días de tensiones por el vacunagate.

Las leyes judiciales que demanda el Presidente aparecen hasta ahora complicadas por el difícil tejido de alianzas que requiere el oficialismo en la Cámara baja.

La oposición rechazó de inmediato las acusaciones y críticas presidenciales, y le apuntó centralmente al escándalo de las vacunaciones de privilegio. Empieza así un año electoral que perfila más tensión política.