Después del viaje presidencial, el foco vuelve a la negociación con el FMI y a las complicaciones en el Congreso

Después del viaje presidencial, el foco vuelve a la negociación con el FMI y a las complicaciones en el Congreso

Alberto Fernández concluye este lunes su viaje internacional con una escala en Barbados. Las visitas y encuentros en Moscú y Beijing dejaron señales contradictorias respecto de la relación con Estados Unidos, cuando la negociación con el FMI entra en una etapa crucial de definiciones. Eso mismo se refleja en el cuadro político que espera al Presidente, con fuertes interrogantes en la interna y en el Congreso.

El Presidente avanzó con definiciones y gestos significativos, incluso fuera de agenda. Con Vladimir Putin se encontró en medio de un clima internacional marcado por la escalada de Moscú sobre Ucrania y el capítulo de tensión con Estados Unidos y la OTAN. Propuso allí que la Argentina sea una “puerta de entrada” para Rusia en América latina.

Después, en China, avanzó con Xi Jinping en acuerdos bilaterales que prometen grandes inversiones en el marco de la estrategia geopolítica de Beinjing expresada en la Ruta de la Seda y otros emprendimientos.

Algunos de esos gestos impactaron puertas adentro del Gobierno, porque había sido elaborada una línea discursiva de apertura pero de equilibrio en los alineamientos internacionales. Es lo que se esperaba en Cancillería y entre los ministros más allegados al Presidente, luego de las gestiones políticas para lograr algún respaldo de Washington a las negociaciones con el FMI.

El tema de las tratativas con el Fondo ya había precipitado antes del viaje un nuevo pico de tensión interna con el kirchnerismo duro. La renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque de diputados oficialistas impacta en el escenario nacional y, particularmente, complica la situación en el Congreso.

Fuentes del Gobierno dejan trascender que la mayoría del bloque apoyaría el entendimiento con el FMI, una vez formalizado y enviado para su tratamiento en Diputados y en el Senado. El silencio de Cristina Fernández de Kirchner suma inquietud. Y por ahora, sigue sin tener fecha cierta la vuelta de la actividad legislativa.

El Frente de Todos debe resolver aún la integración de su conducción. Fue presentado el nuevo titular de la bancada, Germán  Martínez, pero parece una salida de compromiso porque la negociación interna sigue pasando centralmente por Sergio Massa y Máximo Kirchner.

El Gobierno trabaja para evitar que el bloque oficialista llegue fracturado al recinto cuando deba ser tratado el acuerdo preciso con el FMI.

La falta de precisiones sobre el texto definitivo del acuerdo con el organismo internacional y el conflicto en el Frente de Todos generan, a la vez, dudas sobre la estrategia de Juntos por el Cambio. Hubo pronunciamientos diferentes y malestares cruzados, por lo cual se especula con  alguna decisión marco en la reunión que realizará el jueves la mesa nacional de JxC.

En principio, no se esperan definiciones específicas, porque aún no está firmado el memorándum de entendimiento. Pero sí, un a línea mínima que contenga al espacio, donde se discute cómo plantarse ante la división del Frente de Todos. Está en debate la abstención, pero no parece viable una actitud que pueda ser interpretada como obstruccionista en un tema sensible que involucra la gestión pasada.