Coronavirus: las demoras con las vacunas complican los planes oficiales no sólo en materia sanitaria

Coronavirus: las demoras con las vacunas complican los planes oficiales no sólo en materia sanitaria

Los problemas para concretar el tercer vuelo en busca de la vacuna Sputnik V se transformaron en un síntoma de inquietud que trasciende el plano sanitario. Alberto Fernández instruyó a sus funcionarios de contactos directos con Moscú para lograr al menos un embarque menor al esperado –el compromiso era por 600 mil dosis, lejos ya de las cifras para este mes-, porque para Olivos se trata también de una cuestión de costos políticos y, a mediano plazo, de impacto en la economía.

El vuelo a Moscú a cargo de Aerolíneas Argentinas fue demorado un par de veces hasta este martes y las explicaciones de la empresa aludieron a dificultades de “logística” para coordinar el transporte con Rusia. Sin embargo, fuentes oficiales no ocultan que existe un problema de producción.

En rigor, se suponía que los embarques serían desde India o Corea del Sur, pero al parecer la producción no está en condiciones de cumplir con las proyecciones iniciales. Las dos primeras entregas desde la capital rusa -600 mil dosis, para vacunar a 300 mil personas- fueron parte del compromiso “político” entre los gobiernos y se suponía que luego comenzaría la etapa referida desde terceros países.

Este nuevo vuelo a Moscú también parecía un gesto del gobierno de Vladimir Putin ante la demora mayor. Se había anunciado el envío de 20 millones de dosis entre enero y febrero, para poner en marcha un plan de vacunación creciente que debería empalmar con la llegada de otras vacunas antes del invierno.

Existe un problema complejo, con señales de escala mundial y con efecto agravado en la Argentina. Es notorio que aún no se logró coronar la negociación con China, a pesar del cambio en la delegación diplomática argentina, otra expresión de las internas en el oficialismo.

Las conversaciones con Pfizer hasta el momento siguen trabadas. Giran en torno de cuestiones legales, aunque la empresa estaría trabajando con demoras en todo el mundo.

Además preocupa el desarrollo de AstraZeneca, que en rigor comenzaría a abastecer a la Argentina en el segundo trimestre. También en este caso existen complicaciones de producción o de abastecimiento, como lo expone la reacción crítica de la Comisión Europea.

El gobierno sumó a la vez, en las últimas semanas, negociaciones con Moderna, aunque en este caso se apuntaría recién al segundo semestre.

Por lo pronto, el Presidente recurrió a las “negociadoras” de contacto directo con Moscú para enfrentar la coyuntura. Se trata de la virtual viceministra de Salud, Carla Vizzotti, y de la asesora presidencial Cecilia Nicolini. Trabajaron para destrabar al menos la llegada de una partida menor a la esperada esta semana.