Mercosur: Brasil, Paraguay y Bolivia quieren libre comercio

Mercosur: Brasil, Paraguay y Bolivia quieren libre comercio

Fue en la cumbre de ayer. Brasil, Paraguay y Bolivia quieren libre comercio con otros países, pero el Gobierno se opone. Otro foco de tensión: Bolsonaro pidió “libertad” en Venezuela.

Alberto se opone a los acuerdos de libre comercio que impulsan Brasil y Paraguay. Se mostró distante de Bolsonaro, que pidió “libertad” para Venezuela. Y no esperó a que terminara la presidenta de Bolivia.

El gobierno de Fernández no reconoce al de Áñez, por considerar que asumió tras un golpe de Estado contra Evo Morales, a quien dio refugio apenas asumió el poder. Jair Bolsonaro lamentó ayer que Bolivia no pudiera participar de la previa de la cumbre. Una fuente diplomática señaló que Argentina se oponía, pero no pudo confirmarlo.

En los dos documentos finales se acordó que no estuvieran incluidos ni Venezuela ni Bolivia para evitar opiniones encontradas .

Por su parte, Añez, cuyo gobierno ha protestado en determinadas oportunidades por el trato argentino, saludó ayer a Fernández igual que al resto.

En su discurso reafirmó la realización de los comicios generales en su país el 6 de septiembre próximo.

Alberto Fernández se encontró ayer como nunca antes con las fuertes diferencias que hay con sus socios del bloque en materia de libre comercio, democracia en Venezuela y crisis en Bolivia. Una ruta en la que los gobiernos actuales de Brasil, Paraguay y Uruguay empezaron a recorrer con la administración de Mauricio Macri, pero de la que el kirchnerismo se bajó en este cuarto mandato ahora de Fernández.

Fue el brasileño Jair Bolsonaro quien abiertamente se refirió a los tres temas: junto al paraguayo Mario Abdo Benítez pidió acuerdos con países que Argentina rechaza -con Corea del Sur, Canadá, Líbano y Singapur-, pero encarnó el reclamo de que Venezuela recupere la democracia. Al mismo tiempo, abrazó la presencia de Jeanine Añez, presidenta provisional de Bolivia -país asociado al Mercosur- mientras que Fernández es el único que no la reconoce por considerar que surgió de un golpe de

Estado contra Evo Morales, refugiado en Argentina. Fernández hizo una referencia de su «respeto» hacia quienes no piensan igual que él.

Con un tono marcadamente diplomático e internacionalista, que contrastó con su personalismo y sus embates cuando algo no le gusta, Bolsonaro pidió un «Mercosur moderno». Y en ese sentido habló de la necesidad «de hacer reformas internas» y reclamó tratar la baja del arancel externo común -un reclamo en el que Argentina también guarda diferencias con sus socios- y que el sector azucarero sea incorporado al libre comercio del bloque, un viejo reclamo de Brasil.

En orden alfabético por país y antes de la hora pautada, Alberto Fernández abrió la XLI reunión de presidentes (virtual por la pandemia). En los términos que viene anteponiendo su estrategia sanitaria por sobre la economía en tiempos del coronavirus dijo: «Nos ha tocado gobernar en un tiempo de mucha desigualdad, de mucha enfermedad, y podemos hacer de ese mal tiempo una mejor oportunidad», señaló.

«Espero que en no mucho tiempo más podamos superar la pandemia. La vamos a superar con el mundo, no solos”, dijo Fernández.

Sin mencionar a su par de Brasil, Fernández insistió en la idea de trabajar juntos: «Yo guardo por todos los líderes del mundo el respeto que merecen y sé que no pienso igual a muchos líderes. Y sé que mi paso por la Argentina es solo un paso y no tengo derecho a frustrar la aspiración continental que tenemos simplemente porque no pienso igual. Estoy acá para que nos unamos, para que trabajemos juntos».

El viernes, en un diálogo virtual con Lula da Silva en el que dijo que lo extrañaba en el poder a él, a Hugo Chávez a Evo Morales y otros, afirmó que si gobernara el líder del PT, otro sería el vínculo de Argentina con Brasil. A su vez fue el único país del bloque que se abstuvo en una votación de la OEA que le pedía otra vez respetos institucionales al régimen de Nicolás Maduro, quien se encamina a otras elecciones a medida, esta vez legislativas.

La Declaración Final del Mercosur que los jefes de estado firmaron remarca en el primero de sus 34 puntos su compromiso con la «plena democracia, las garantías fundamentales y el Estado de derecho», y la «protección de los derechos humanos». Pero fue Bolsonaro quien dijo explícitamente tener «expectativa» de que Venezuela «retorne cuanto antes al camino de la libertad».

La mala relación entre Fernández y Bolsonaro es de larga data. El brasileño no ahorró destratos. Dijo varias veces que la vuelta del kirchnerismo al poder era la llegada del socialismo a la Argentina. A diferencia de sus socios en esta cumbre, Alberto F. decidió remarcar su amistad con la familia Lacalle Pou y con el español Josep Borrell, Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Borrel estaba presente en la cumbre.

Fuente: Clarín