Los primeros pasos de Soria repondrían presiones por los proyectos judiciales que siguen trabados en el Congreso

Los primeros pasos de Soria repondrían presiones por los proyectos judiciales que siguen trabados en el Congreso

Los primeros movimientos del designado ministro de Justicia, Martín Soria, podrían reponer en el Congreso las tensiones por los proyectos de reformas que hasta ahora siguen frenados allí, con el añadido de las iniciativas enunciadas por Alberto Fernández. El reemplazante de Marcela Losardo mantuvo de entrada contactos con piezas clave del oficialismo en el terreno judicial y un encuentro formal con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. En principio, estarían en la mira la designación de un nuevo jefe de los fiscales y el estratégico fuero federal.

Apenas fue confirmada su consagración como ministro, Soria conversó con el virtual viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, y con el representante del Gobierno en el Consejo de la Magistratura, Gerónimo Ustarroz. Los dos responden a Cristina Fernández de Kirchner. Según trascendió, habrían unificado temario. La salida de Losardo allanaría el camino para una escalada en frente judicial.

Uno de los principales objetivos sería ir a fondo con la movida para desplazar al procurador interino, Eduardo Casal, que está en la mira del oficialismo porque lo consideran aliado del macrismo. Ese objetivo requeriría modificar la ley orgánica del Ministerio Público para designar un nuevo jefe de los fiscales.

El proyecto que modifica las normas vigentes -en primer lugar, porque baja de dos tercios a mayoría absoluta el requisito de votos en el Senado para designar al procurador- fue impulsado por el kirchnerismo y aprobado en la Cámara baja. Pero sigue trabado por falta de consenso en Diputados.

Además, el cambio de la ley dejaría prácticamente fuera de juego al candidato del Presidente, el juez Daniel Rafecas, quien adelantó que no aceptaría una modificación de la reglas de juego para hacerse cargo de la procuración. El problema mayor es que el oficialismo no logra el apoyo necesario para sancionar la ley en la Cámara baja. Soria buscaría jugar a fondo, con mayor presión sobre aliados y otros bloques menores, aunque con el riesgo de una derrota.

También sigue trabada la reforma judicial concentrada en el fuero federal. Las presiones, en este caso, deberían ser similares. El punto son las señales en contra de sectores como el peronismo cordobés y el “lavagnismo”. Tampoco está claro qué harían algunos legisladores de fuerzas provinciales.

Más difusos son los planes con las iniciativas que anticipó, sin precisiones, el Presidente en su discurso ante la Asamblea Legislativa. Se trata del impulso a un tribunal intermedio que a actúe en cuestiones de presuntas arbitrariedades, y que le restaría espacio a la Corte Suprema. Y también de la creación de una comisión bicameral de control de los jueces.