La violencia narco agrega un tema fuerte para los legisladores, en medio de tensiones y una nueva negociación política

La violencia narco agrega un tema fuerte para los legisladores, en medio de tensiones y una nueva negociación política

La creciente violencia narco en Rosario y la respuesta del Gobierno nacional y las autoridades santafesinas ocupan desde el fin de semana el centro de la atención política y el tema ya impacta en el Congreso. Agrega así un punto fuerte al impreciso temario legislativo, cuando además persisten tensiones y son retomados los contactos entre oficialismo y oposición para tratar de avanzar con el pacto político, con eje en los gobernadores y una nueva versión de la Ley Ómnibus.

Los anuncios para reforzar la presencia de fuerzas federales, con apoyo militar en el plano logístico, fueron concretados en el arranque de la semana por Patricia Bullrich y Maximiliano Pullaro. La ministra de Seguridad y el gobernador santafesino fueron acompañados por Luis Petri, titular de Defensa.

En la conferencia, y antes por señales del propio Javier Milei, quedó clara la intención de mostrar decisión política para enfrentar el narcotráfico, en un clima marcado por acciones criminales -asesinatos y amenazas- para provocar inseguridad y temores en la sociedad. La reacción fue calificada como terrorista, lo cual tiene correlato penal.

De todos modos, quedó claro que el Gobierno no impulsaría modificaciones de la ley vigente que limita el accionar de las Fuerzas Armadas. Ese fue mensaje destinado también a los mandos militares, según se dejó trascender.

En cambio, Bullrich cuestionó a los diputados de la oposición por no haber avalado la “emergencia” en materia de seguridad cuando se frustró el mega proyecto del Gobierno. Y anticipó que en los próximos días será enviado al Congreso un proyecto anti-mafia, en línea con el ejemplo italiano y la ley RICO de Estados Unidos.

Las declaraciones de Bullrich generaron malestar en Diputados, sobre todo entre los sectores “dialoguistas”. El Congreso viene marcado además por sus propias tensiones. La última fue el proceso para anular el aumento de las dietas de los legisladores, que firmó primero Martín Menem y luego Victoria Villarruel.

En paralelo, se espera que comiencen las tratativas sobre una nueva versión, reducida, de la Ley Ómnibus y un paquete fiscal, que es negociado a su vez con los gobernadores. Son los dos aspectos centrales del pacto político que impulsa el Gobierno, luego del discurso de Milei ante la Asamblea Legislativa.

La semana pasada, Guillermo Francos mantuvo contactos con jefes de los bloques más dispuestos al diálogo (UCR, Hacemos Coalición Federal, en primer lugar) y también con el PRO, que actúa como aliado. Y en los próximos días, deberían ser retomadas las conversaciones.

El foco también está puesto en la reformulación del sistema de ajuste de haberes jubilatorios y la suerte del DNU. En los dos casos, las pulseadas están abiertas y podría expresarse esta semana.