La creciente preocupación por el coronavirus y la disputa interna, en el final de una semana política intensa

La creciente preocupación por el coronavirus y la disputa interna, en el final de una semana política intensa

Alberto Fernández empezó la semana coronando a Martín Soria como reemplazante de Marcela Losardo en el Ministerio de Justicia. Marcaba la decisión de escalar en la tensión con el Poder Judicial, con la teoría del lawfare, y quedaban atrás las pulseadas de la funcionaria saliente y el kirchnerismo duro. Cuando nadie lo esperaba, reapareció otra interna: la pelea entre Sergio Berni y Sabina Frederic, esta vez con mayor intensidad que los cruces anteriores en el sensible terreno de la seguridad. Fuera de esas batallas, volvió al primer plano el coronavirus. Con una cadena nacional sorpresiva, el Presidente cierra la semana dando un preocupante mensaje sobre las perspectivas de la pandemia y la escasez de vacunas en el país.

La llegada de Soria al equipo ministerial  y sus declaraciones iniciales habían reafirmado en el centro de la escena la cuestión de la Justicia, con advertencias directas a la Corte Suprema y al procurador interino, Eduardo casal. Se acentuaba así una señal política que borraba incluso iniciativas pensadas como ejes de la agenda, entre ellas el avance con el cambio en el impuesto a las Ganancias.

La nueva descarga de Berni sobre Frederic cambió otra vez el foco cuando nada hacía suponer que el caso de “la niña M” podía tener semejante desenlace político. El final, luego de una larga búsqueda y como resultado de la intervención de dos vecinos de Luján, dominaba todos los medios cuando trascendió el duro cruce del ministro bonaerense con el enviado de Frederic al lugar.

El conflicto repuesto por Berni causó enorme malestar en el Gobierno nacional, que respaldó a su funcionaria pero cuidó el perfil público porque pone sobre la mesa la relación con el gobierno bonaerense y, en definitiva, con Cristina Fernández de Kirchner.

Por la noche, la cadena nacional de Presidente agregó otro elemento fuera de la agenda, aunque la cuestión del coronavirus ya venía dando muestras de preocupación por la evolución de la pandemia, con nuevas cepas, y por la carencia de vacunas para avanzar de manera más rápida y masiva con la inmunización antes de la llegada de os primeros fríos.

Alberto Fernández mantuvo contactos informales con gobernadores y ayer retomó los encuentros virtuales con los jefes de los veinticuatro distritos del país. El mensaje fue de refuerzo de los controles fronterizos y desaliento a los viajes al exterior.

Sin embargo, la preocupación del Gobierno es mayor, porque si se complica el cuadro sanitario sería complejo volver a restricciones severas frente al agotamiento social y la crisis económica. El mensaje presidencial, sin anuncios, pareció una primera señal de alerta. Hubo, por supuesto, alguna intención de mostrarse activo y descalificar la vuelta de Mauricio Macri al escenario nacional, pero el tema de fondo sigue siendo el muy delicado cuadro que plantea la imposibilidad de avanzar, por ahora, en el plan de vacunación