La CGT realiza su segundo paro contra Milei, entre alertas por la recesión y con el Congreso en la mira por la demorada Ley Bases

La CGT realiza este jueves, junto a las dos CTA, un nuevo paro general contra el gobierno de Javier Milei, que recibió en las últimas horas datos preocupantes sobre la profundidad de la recesión. La tensión con el gremialismo crece también en pleno tratamiento de la Ley Ómnibus -con reforma laboral incluida- en el Senado, cuya posible sanción, sin embargo, se demorará, pese a los planes originales del oficialismo para apurar el debate del paquete de reformas.

Se trata del segundo paro de la CGT en lo que va de gestión libertaria; esto es, dos más que los que la central gremial realizó durante los cuatro años de gobierno de Alberto Fernández. El último paro general fue a fines de enero pasado. El anterior a ese había sido en el 2019, durante la administración de Mauricio Macri y Cambiemos.

La magnitud del paro de este jueves se prevé mayor que la de meses atrás. Más allá de que la gran mayoría de los sindicatos decidieron parar, la contundencia de la medida de fuerza quedó reforzada y virtualmente garantizada por la suspensión de los servicios de trenes y colectivos. Los jefes sindicales justifican la huelga en un rechazo de base a las políticas de ajuste fiscal con las que el Ejecutivo apunta a sostener un superávit. En la previa del paro, el INDEC informó que la actividad industrial retrocedió un 21,2% en marzo respecto al mismo mes del año previo, y la construcción se derrumbó 42,2%.

Pero los líderes gremiales también justifican -con amenazas de escrache incluidas para los legisladores nacionales- la medida de fuerza de este jueves en su rechazo a la Ley de Bases, que la oposición dura del kirchnerismo busca resistir en el Senado, y que de hecho también recibió cuestionamientos y pedidos de cambios desde la oposición «dialoguista» y a aliados del oficialismo.

El Senado nacional continuó el tratamiento en comisión de la ley ómnibus y el paquete fiscal y el debate seguirá este jueves, cuando inicialmente el oficialismo pensaba tener preparado un dictamen para la firma. Todo indica que esto no sucederá y que la discusión en comisión continuará también la semana que viene.

En ese caso, y si efectivamente hubiera dictamen la semana que viene, los paquetes de reformas recién podría llegar al recinto de la Cámara Alta la semana siguiente, cuando está prevista la firma del Pacto de Mayo que convocó el Presidente.

Pero, de hecho, las leyes podrían no quedar sancionadas antes de que termine el mes. El Ejecutivo ya dio señales de que estaría resignado a aceptar que el Senado realice algunas modificaciones sobre el texto aprobado semanas atrás en la Cámara de Diputados, y se prepara para que el paquete de reformas regrese a la Cámara Baja, donde ya empezó a conversar de nuevo con los aliados del PRO y la oposición dialoguista.