El dólar, las tasas más bajas y el contexto externo empujarán las acciones

Renta Variable. Los negocios superan los $1000 millones; el Merval sube más del 16%, con papeles líderes que ganan hasta 52% en enero.
Según Sabrina Corujo, Directora de Portfolio Personal, «aunque la tendencia de fondo se mantiene indiscutidamente al alza, de corto plazo se van acumulando luces de alerta. Hoy la volatilidad se ubica en promedio por arriba del 22%, mientras que en diciembre estuvo por debajo de 15%. En concreto, hay un marco que lleva a tener ciertas reservas -o al menos, respeto- con respecto al comportamiento probable de las próximas semanas. Las mejores estrategias en este punto parecen ser las que acompañan la tendencia, ajustando los llamados stop loss que protegerán las rentabilidades acumuladas de posibles tomas de ganancias. La excusa puede venir por lo propio o lo externo.»
Según Corujo en una columna que lleva su firma y publicada por La Nación, «sobre drivers a tener en cuenta, vale mencionar que se sumará en las próximas semanas una nueva temporada local de balances. Las expectativas en líneas generales son positivas, pero eso no implica que los reportes puedan impactar aún más sobre la selectividad y la volatilidad. Los balances empezarán a llegar a mediados de febrero, y no hay dudas de que servirán para confrontar la micro con las valuaciones actuales (se espera que sigan creciendo).»
También serán un dato para el mercado las operaciones corporativas en proceso o por venir en las próximas semanas. Se apunta en ese punto a la oferta de acciones de Central Puerto (en el mercado local y externo), al IPO de Bioceres, e incluso al interés que despierte Corporación América Airports, y otras salidas que están bajo análisis. Esto, mientras se espera la reglamentación de la venta en corto plazo, como la decisión sobre si el país volverá a ser calificado como emergente. Ambos temas darán también profundidad a la plaza, que va escalando posiciones dentro de las bolsas de la región.
En lo que respecta a la deuda, un indicador que puede servir para marcar la tendencia es el riesgo país. No obstante, la suerte no es la misma que en el caso de las acciones. Igual, no asusta ni lleva a cambiar las recomendaciones, que se mantienen apuntando a que la Argentina aún tiene espacio para comprimir riesgo respecto de la región, aunque es claro y previsible que no al ritmo de 2017. Hoy, el EMBI Argentina se ubica arriba de los 370 puntos; unos 20 puntos arriba que a principios de año, y con un comportamiento diferente al de Brasil, que se redujo levemente para llegar a menos de 225 puntos.
Una variable relevante a monitorear de corto será la volatilidad de la tasa de interés americana; más específicamente, qué tan gradual o no será el movimiento esperado al alza de la misma. Considerada la tasa libre de riesgo, y que sirve de base para el cálculo del rendimiento exigido para la deuda argentina, cualquier salto abrupto termina afectando la cotización de los títulos. De hecho, parte de la suba reciente (de 2,4% a 2,66% anual para el Treasury a 10 años) es lo que explica la reciente debilidad de la curva local. Para aquellos que busquen evitar este tipo de sensibilidad, la estrategia es reducir la duration de la posición. Igualmente, el objetivo de riesgo país local sigue en una zona de 300/320 puntos para fines de año.
Tasas de interés en pesos y dólar son las otras variables que merecen destacarse si de lo que se habla es de decisiones financieras. Las primeras, prácticamente ni se inmutaron ante un nuevo recorte en la tasa de referencia de pases (al 27,25% anual). Se mantienen ofreciendo rendimientos del orden del 27,1% para la más corta, y del 25/25,5% para las más largas. Tasas que mantienen atractivo, aunque la mayor volatilidad del dólar obligue a determinar posiciones diferenciadas según el perfil del inversor.
Se llega así al dólar, que volvió a mostrar cierta aceleración en las primeras ruedas de la semana, pero cerró en principio dentro de un marco de mayor tranquilidad. Ayudó la posición asumida de algunos bancos oficiales en las últimas ruedas. Lo que permite proyectar que los máximos vistos deben marcar una zona de techo de corto, en un escenario en el que se espera que reaparezca con más fuerza la oferta. No hay dudas de que el piso hoy quedó bastante más alto que hace poco más de un mes. Será un dato a mirar el nuevo relevamiento de expectativas del BCRA. En principio se apunta a una devaluación punta a punta en el año que no supere el 17/18%, con lo que se ubicaría por debajo de las tasas y de la inflación.