El contador de CFK dijo que corrigió actas de Hotesur

Víctor Manzanares, preso por la causa Hotesur, admitió que modificó documentos de la empresa familiar por indicación de la ex presidenta. Trabajó para los Kirchner desde 1976 y se desvinculó hace 30 días.

Orgulloso de ser de Río Gallegos y asegurando que “nunca traicionaría a Santa Cruz”, Víctor Manzanares dejó de ser el contador de la familia Kirchner después de ocuparse de esa tarea desde el año 1976. Hace 30 días lo desvincularon. Manzanares, hoy preso en el Penal de Marcos Paz, declaró en la causa Hotesur SA (firma due- ña del Alto Calafate) y contó que modificó actas de la empresa con «liquid paper» por orden de Cristina Kirchner. Aunque se atajó diciendo que no fue con “un fin malicioso”.

El contador se refirió también a a una «distancia física que tenía con la familia Kirchner”, una vez fallecido el ex presidente. Y que desde entonces todo lo arreglaba con la ex Mandataria y su hijo Máximo.

«Más allá de estar detenido, me considero una persona con arraigo a mi tierra, puntualmente a Río Gallegos. La provincia de Santa Cruz me dio todo y jamás la defraudaría”, fueron las palabras iniciales de Víctor Manzanares durante su indagatoria ante el juez Julián Ercolini y el fiscal Gerardo Pollicita.

Allí contó que dejó de ser el contador de la familia Kirchner “hace aproximadamente 30 días y la documentación que obraba en mi poder la retiró un apoderado de ellos, a raíz de esa desvinculación”, indica en la declaración a la que accedió Clarín.

El ahora ex contador se encuentra preso desde mediados de año, acusado de obstruir a la Justicia después de indicar a los inquilinos de la familia Kirchner que depositen en una cuenta particular el dinero, cuando la empresa tenía un interventor judicial.

«La familia Kirchner ingresó a su estudio en el año 76 o 77 como un cliente más. Kirchner había sido abogado de mi padre en algunas de sus firmas vinculadas con el rubro automotor. Desde los 14 años conozco a la familia Kirchner”, señaló. Respecto a Hotesur SA dijo que su trabajo era de gran responsabilidad y consistía entre otras cosas, en “presentar documentación en la IGJ”: fue justamente la Inspección General de Justicia la que observó una gran cantidad de irregularidades en los libros societarios de la empresa dueña del hotel cuatro estrellas. Desligando responsabilidad sobre la toma de decisiones, añadió que “sólo recibía documentación de su cliente y se en- cargaba de liquidar impuestos”.

Con el fallecimiento de Néstor Kirchner, el contador explicó que, para las cuestiones contables, tanto en lo personal como respecto de las empresas COMA SA, Hotesur SA y Los Sauces SA, él hablaba con “Cristina Fernández y Máximo Kirchner, pero a su vez con los presidentes de los directorios, SanFelice y Mercado (Hotesur SA y Los Sauces SA)”.

En algunas de las actas con «liquid paper» se borró el nombre de Cristina Kirchner y se reemplazó por el de su hijo en letra cursiva. Se trata del acta de Asamblea del 26 de marzo de 2014 en la que se eligió, según el texto, un nuevo directorio del Alto Calafate, el diputado Máximo Kirchner avaló una enmienda en la fecha de un acta de directorio que, según allí se menciona, tuvo lugar el veinte de marzo de 2014. Pero ese día está sobreescrito a mano sobre liquid paper, sospecha la Justicia.