Contención social: Alberto Fernández elogia a Moyano pero busca ratificar su relación con la conducción de la CGT

Casi al mismo tiempo, Alberto Fernández expuso gestos de cuidado a los principales sectores del sindicalismo, enfrentados en una pelea que promete nuevos capítulos para el año que viene. Elogió a Hugo Moyano y le hizo saber a la conducción de la CGT que buscará una forma de oxigenar a las obras sociales de los gremios. En la misma dirección, el Gobierno cuida la relación con los movimientos sociales aliados. Pesan los cálculos políticos y las internas, pero especialmente la necesidad de contención en un fin de año duro.

El Presidente participó del acto por el Día del Camionero. Allí volvió a referirse a Moyano como “un gran dirigente gremial”. Es el tercer gesto público fuerte hacia el jefe del sindicato de camioneros. Los dos anteriores fueron un asado compartido en Olivos y la visita a una importante clínica del gremio, inaugurada por tercera vez.

Cada gesto hacia Moyano genera inquietud en la conducción cegetista. Moyano mantuvo cierta tregua interna, en el marco de la cuarentena por el coronavirus, pero según sus allegados y aliados volvería a la carga el año próximo, cuando llegue el postergado momento de definir nombres y características de una nueva mesa directiva de la CGT.

Alberto Fernández decidió al mismo tiempo enviar un mensaje de respuesta a la conducción de la central sindical, y en particular a Héctor Daer, que cuenta con el respaldo de los llamados gordos (Sanidad, Comercio) e independientes (UOCRA, estatales de UPCN, Aguas), además de otros jefes gremiales.

La CGT le había expresado de manera directa la necesidad de asistir a las obras sociales, muy exigidas como todo el sistema de salud en el contexto de la pandemia. Autoridades del Ministerio de Salud estarían buscando oxigenar las finanzas.

En paralelo, el Gobierno busca atender los reclamos de diferentes movimientos sociales, algunos de los cuales cuentan con funcionarios en el área de Desarrollo Social. Como siempre desde hace casi dos décadas, y en especial este año, diciembre es un desafío agravado por la crisis.