Conflicto en ascenso: dura respuesta de Rosenkrantz a la ofensiva kirchnerista en su contra

Conflicto en ascenso: dura respuesta de Rosenkrantz a la ofensiva kirchnerista en su contra

El kirchnerismo volvió a la carga contra la Corte Suprema y, en un giro inesperado, el presidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz, respondió con dureza al repuesto intento de motorizar un juicio político en su contra. El Gobierno había buscado despegarse formalmente de esa jugada y bajarle el tono argumentando que era un hecho aislado, pero en las últimas horas hubo una ratificación aumentada de esa ofensiva.

Los cruces se producen en medio de la expectativa por la resolución del reclamo planteado por los jueces que fueron desplazados de sus cargos. La Corte resolvió el martes último aceptar el per saltum para atender el tema y el fin de semana recibió el dictamen del procurador Eduardo Casal, favorable al reclamo de los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, y del juez Germán Castelli. Está ahora en condiciones de pronunciarse.

La tensión recrudeció en paralelo con la difusión de un pedido de juicio político a Rosenkrantz impulsado por la diputada kirchnerista Vanesa Siley, integrante del Consejo de la Magistratura. Y trepó aún más con las declaraciones del diputado también K Lepoldo Moreau, que descalificó a toda la Corte.

En su respuesta, Rosenkrantz denunció que es blanco de una «persistente campaña de desprestigio» y rechazó por «infundadas» las acusaciones de Siley. «Una cosa es un juicio político, que apunta a destituir a un juez por incumplimiento de sus deberes, y otra cosa es el juicio motivado por intereses políticos», señaló.

Siley había insistido ayer con  su planteo, señal de que se siente respaldada políticamente en la interna oficialista. Se preguntó «qué intereses defiende» el presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, y buscó destacar que su pedido de juicio político se presentó hace dos semanas, es decir antes de el tribunal aceptara el per saltum, hecho que generó fuerte malestar en el oficialismo. Sin embargo, la legisladora había difundido su pedido después de esa medida de la Corte.
Moreau fue más lejos en el cuestionamiento, que no quedó restringido a Rosenkrantz. Consideró que la Corte «está agotada» y «no tiene jerarquía institucional ni jurídica» y definió a los integrantes del tribunal como «jugadores de truco». «Veo que esta Corte está muy por detrás de los niveles que se alcanzaron desde el inicio de la democracia», agregó.

El camino de un juicio político no está planteado como estrategia decidida, entre razones porque enfrentaría enormes dificultades en el Congreso. En la oposición consideran que se trata de un ejercicio de presión que incluye la reforma del fuero federal, el cuestionamiento al procurador Casal y la idea de recomponer la Corte.