Lento avance de la transición inquieta al sector privado

Lento avance de la transición inquieta al sector privado

A 25 días del traspaso de mando, la transición formal entre el gobierno saliente y el entrante aún no comenzó. En la Casa Rosada esperan que el presidente electo, Alberto Fernández, envíe a sus representantes, mientras tampoco se conoce su plan de gestión. Y el mercado, nervioso, comenzó a pasar factura por la situación.

“Hay diálogos informales entre los equipos, principalmente, en el área económica. Pero no hubo y tampoco sabemos cuándo habrá reuniones formales”, trascendió desde la Casa Rosada: Allí, tienen listos los informes de gestión para allanar el camino a los nuevos funcionarios sobre el estado de las cosas.

Fernández designó a Santiago Cafiero, Eduardo “Wado” de Pedro, Gustavo Béliz y a Vilma Ibarra para que coordinen la transición. Pero ninguno de ellos aún ha pisado un ministerio ni tampoco la Casa Rosada. “Hubo algunas charlas telefónicas”, contestaron desde el Frente de Todos, donde prevén que la cuestión formal se iniciará la semana que viene.

El presidente electo y Mauricio Macri hablaron dos veces el fin de semana por teléfono. Pero el tema excluyente fue la crisis política, institucional y social de Bolivia.

Según pudo saber este diario, uno de los más apurados en iniciar la transición formal es el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Al margen de ser el funcionario más dialoguista entre los de la primera línea oficial, tiene a su cargo la cartera que administra las obras públicas que financia la Nación.

Se están configurando situaciones insólitas que dan cuenta de que la transición no está siendo ordenada. Dante Liporace, chef encargado del restaurante de la Casa Rosada, donde comen los 300 empleados del lugar, reveló que el Gobierno ha dejado de hacer compras de alimentos, por lo que ahora el único menú disponible es fideo con arvejas. Hasta que se acabe el stock.

Empresarios que trinan

La transición empantanada genera incertidumbre y preocupación en el sector privado. La Cámara Argentina de la Construcción pidió que para los primeros 200 días del nuevo gobierno se declare la emergencia del sector. Avisó que las empresas contratistas del Estado atraviesan una crisis por la falta de pago de obras públicas.

“Hay graves perjuicios por los atrasos en los pagos de las obras certificadas, demoras no razonables en la tramitación y aprobación de las redeterminaciones de precios pactadas contractualmente, e incluso la aplicación de sanciones por incumplimiento del plan de trabajos, cuando existen razones que lo justifican”, se quejó la entidad.

Este sector, que tiene a muchas empresas mencionadas en la denominada “causa de los cuadernos”, está que trina. No sólo se frenaron los pagos nacionales, sino también los provinciales. El reperfilamiento de títulos de deuda afectó los activos financieros de las provincias y eso dificultó el cumplimiento de obligaciones, que ya venía complicado por la caída de la recaudación.

Pero, en concreto, entienden los empresarios que, si no cobran antes del 10 de diciembre, tendrán que esperar hasta abril. Como sucede después de cada cambio de Gobierno, la nueva gestión se toma un primer trimestre para analizar los contratos y reformular planes ante lo que consideran como “nuevas prioridades”.

Además, como ocurre en el sector energético –donde hay completa perplejidad por cuál será el plan para Vaca Muerta–, los hombres de la obra pública tampoco saben cuáles son los planes que vendrán y si será la santafesina María Eugenia Bielsa con quien deberán tratar, si reaparecerá Florencio Randazzo o si será un “tapado”.

El mismo silencio está generando adversidades en el plano financiero y bursátil. A las crecientes chances de que la Argentina vaya aun default por 100.000 millones de dólares en 2020 se les suma la falta de información sobre lo que viene. Esto llevó ayer al riesgo país a los 2.513 puntos básicos, cerca del nivel más alto desde 2005.

Gustavo Neffa, director de la firma de reportes financieros Research for Traders, fue tajante: “El silencio mata. A la espera de los referentes económicos y un plan creíble. Congelar precios y salarios nunca funcionó, sólo para ganar algo de tiempo, y los mercados quieren conocer cuál es el programa monetario y fiscal detrás”.

Ariel Guzmán, analista de la sociedad de Bolsa Rava, señaló ayer que los mercados latinoamericanos operaron toda la rueda a la baja por las tensiones políticas que afectan a varios países, pero la Argentina fue la perdedora del día seguida por Chile. Y eso es un reflejo de la falta de certezas, que se suma a la profundización de la recesión económica, sobre cuyo final hoy nadie tiene una previsión concreta.

La Voz del Interior