Mendoza cerró los anticipos provinciales con triunfo de JxC, mientras Massa y Milei suman giros de campaña
Mendoza cerró la sucesión de elecciones provinciales desenganchadas del cronograma nacional y añadió para Juntos para el Cambio el tercer triunfo consecutivo en esta etapa, después de Santa Fe y Chaco. En este caso, se trata de un distrito en manos propias, a diferencia de los otros dos comicios, que desplazaron al peronismo del manejo local. La celebración fue, de hecho, un nuevo dato de respaldo a Patricia Bullrich. Unas horas antes, Sergio Massa exponía un giro de campaña, para tratar de fisurar a JxC, mientras Javier Milei se muestra en caravanas y va dando nombres de posibles funcionarios en caso de llegar a la Presidencia.
Mendoza es el quinto distrito electoral del país. Resultó elegido el radical Alfredo Cornejo (39,52%), que vuelve así a la gobernación, tras superar por diez puntos al segundo, el ex dirigente del PRO Omar de Marchi (29,65%). Tercero lejos quedó el candidato del peronismo, Omar Parisi (14,74%). Quedó ratificada así la tendencia que habían mostrado las PASO provinciales, en junio pasado.
Entre las primarias locales y la elección general de este domingo, fueron realizadas las PASO nacionales. En Mendoza, Milei logró más del 40% de los votos. Y sin llegar a un compromiso público, hubo después intercambio de gestos de alianza de De Marchi con el líder libertario. Eso generó expectativas sobre el papel del ex dirigente del PRO, pero finalmente no alcanzó.
Cornejo se mostró con Bullrich en los festejos. Y en si discurso, se comprometió a participar activamente de la campaña de Bullrich, que destacó el voto de los mendocinos: “Han logrado sumar una provincia más al cambio”, dijo.
El inicio de la semana estuvo marcado también por un acto de Massa que cruza su condición de ministro con el papel de candidato. En Salta, convocó a los gobernadores del Norte Grande para hacer anuncios específicos. Desde su equipo de campaña destacaron la presencia de dos mandatarios radicales de esa liga regional, el jujeño Gerardo Morales y el correntino Guillermo Valdés.
Massa aprovechó para reiterar allí que convocaría a dirigentes de la oposición en caso de ganar las elecciones. “Voy a llamar a un gobierno de unidad nacional”, dijo. El gesto generó malestar en JxC, aunque rápidamente destacaron que la agenda de Bullrich incluye una visita a Jujuy en el inicio de la semana, donde se mostrará con Morales, ex compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta.
El oficialismo estuvo pendiente además del efecto que podría tener la reaparición pública de Cristina Fernández de Kirchner. La ex presidente se mostró contenida. Cargó sobre Milei y Carlos Melconian, para criticar de paso a Bullrich. Prácticamente no mencionó a Massa, salvo un elogio por sus declaraciones sobre el acuerdo con el FMI. Y evitó cualquier referencia a su situación judicial, luego de varias resoluciones adversas en causas de peso.
Por su parte, Milei retomó las caravanas, con imagen fuerte, mientras va presentando a posibles funcionarios en caso de llegar a la Presidencia. El discurso volvió a endurecerse, frente a las señales más acotadas que surgían desde sus filas sobre temas clave como la dolarización, el cierre del Banco Central, las reformas del Estado y la educación.
El candidato libertario buscó, a la vez, bajarle el volumen a la repercusión del acto armado por Luis Barrionuevo, que colocó su estructura en Parque Norte pero evitó estar presente para la foto, como gesto destinado a no complicar la campaña. En cambio, intentó colocar en la agenda los nombres de su equipo.
En esa línea, fue significativa la posible designación de Emilio Ocampo en el Banco Central, con la premisa de cerrarlo. También es una señal el lugar de Guillermo Francos, a quien se menciona como negociador para ampliar la base de sustento político de Milei. En paralelo, intenta también ganar terreno en el mundo empresarial, donde hay recelos sobre el plan y los modos del candidato.
