Megaproyecto del Gobierno: la pelea de fondo pasó para la próxima semana y sigue con final abierto

Megaproyecto del Gobierno: la pelea de fondo pasó para la próxima semana y sigue con final abierto

Sin los votos asegurados, el Gobierno pospuso el tratamiento de la Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados para el próximo martes, según hicieron trascender fuentes oficiales, aunque todavía no había convocatoria oficial para una sesión. El oficialismo consiguió dictamen de mayoría, pero la oposición dialoguista dejó en claro su acompañamiento en «disidencia» y anticipó que no aprobará suba de retenciones ni un ajuste a jubilados, mientras crece la tensión con el Ejecutivo, que volvió a amenazar a los gobernadores provinciales.

Tras conseguir el dictamen en la madrugada del miércoles, el oficialismo tenía previsto iniciar el debate en el recinto de la Cámara baja este jueves. La modificación del cronograma se concretó luego de un pedido de los diputados dialoguistas al presidente de la Cámara baja, Martín Menem. La decisión se conoció después de que finalizara la movilización convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), que incluía un paro de 12 horas, y que se replicó en diversas ciudades de la Argentina contra la iniciativa impulsada por la Casa Rosada y contra el mega DNU de Javier Milei que, pese a algunas trabas parciales en la Justicia, sigue en vigor.

La Libertad Avanza había logrado firmar el dictamen con el apoyo de representantes del PRO, la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal, que responden a mandatarios provinciales. Todos los bloques advirtieron que el acompañamiento fue en «disidencia», y plantearon críticas en muchos artículos que buscarán modificar o rechazar directamente en el recinto.

Las divergencias más notorias que aún persisten entre la Casa Rosada y legisladores y gobernadores pasan por el régimen de movilidad jubilatoria, la amplia delegación de facultades, la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) y los incrementos de las retenciones.

Pese a que el oficialismo solo consiguió dictamen gracias al acompañamiento de las bancadas dialoguistas, el Ejecutivo continuó con las críticas públicas a la oposición y las amenazas a los gobernadores. Fue el ministro de Economía, Luis Caputo, quien advirtió a las provincias que si los diputados votaban en contra de los capítulos económicos del megaproyecto entonces sufrirían un ajuste mayor y un recorte de las transferencias de recursos.

Salieron al cruce los jefes parlamentarios de dos de las cuatro bancadas que le permitieron al Gobierno tener un dictamen, el radical Rodrigo De Loredo y el peronista Miguel Pichetto. La próxima sesión se anticipa tensa, pero además se estima que buena parte de lo que el oficialismo incluyó en el dictamen no será aprobado.

Mientras tanto, por primera vez desde el cambio de gestión, Unión por la Patria tuvo un quiebre en Diputados. Tres diputados que responden al gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, rompieron con el bloque y armaron su propia bancada. Uno de ellos, horas antes, habría firmado el dictamen del oficialismo sobre la Ley Ómnibus. El desafío, para el PJ-K, será no sufrir mayores fugas antes o durante el debate del paquete de reformas.