Las visitas a la residencia de Olivos, otra pelea en el centro de la campaña
Las visitas irregulares a la Quinta de Olivos durante la cuarentena estricta del 2020 quedaron en los últimos días en el centro de la disputa política entre el Gobierno y la oposición. Juntos por el Cambio intenta aprovechar el escándalo, que destapa el doble discurso oficialista. El Ejecutivo aprovecha los exabruptos del diputado del PRO Fernando Iglesias para mover el eje de discusión.
Asesores de la primera dama, personal trainers, modelos, actrices, funcionarios de toda índole, empresarios, familiares del Presidente. En los últimos días se conocieron los detalles del registro de ingresos a la Quinta de Olivos durante la primera mitad del 2020, cuando el Gobierno nacional había decretado la cuarentena estricta y amenazaba con prisión y diversos castigos a los ciudadanos que la rompieran.
El escándalo, lógicamente, se metió en la campaña. Ante el silencio presidencial y de los principales dirigentes del oficialismo, la oposición aprovechó -en los breves momentos que lograba alejarse de su propia interna- para poner en el centro de la discusión política un tema que genera irritación luego de un año y medio de pandemia, restricciones al trabajo y a la circulación, y una crisis económica sin horizonte de salida a la vista.
Pero el oficialismo aprovechó las declaraciones del diputado del PRO, Fernando Iglesias, que ligó las visitas a olivos con un escándalo sexual, por la presencia en los registros oficiales de modelos y actrices. Unas 15 diputadas nacionales del Frente de Todos (FdT), encabezadas por Gabriela Cerruti, presentaron un pedido de expulsión en la Cámara de baja por los «dichos misóginos» del diputado opositor.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que hasta ahora se había mantenido en silencio, salió a apoyar el proyecto de las diputadas oficialistas. «Es muy penoso. Todo lo que salió forma parte del discurso del odio, el enojar más a la gente. La oposición genera noticias falsas y después la realidad lo va aclarando todo», dijo el funcionario.
Fernando Iglesias salió a defenderse y denunció una estrategia de «victimización» en los medios para «cambiar el eje de la discusión». Efectivamente así lo entiende Juntos por el Cambio. Pero en la coalición opositora hay enojo con el propio diputado, por haberle cedido en bandeja una posibilidad al oficialismo para salir de un tema incómodo.
