Incertidumbre. El mercado, con los ojos en Brasil
Los inversores se muestran una vez más cautelosos frente a los comicios de octubre, que se presentan como los más inciertos desde el regreso de la democracia del gigante sudamericano.
En la jornada de ayer, la Bolsa de San Pablo cayó mientras que el real siguió débil frente al dólar. Sin embargo, los motivos no se relacionan estrictamente con los fundamentos macroeconómicos. La explicación de lo ocurrido en Brasil está en el proceso electoral. En octubre los ciudadanos deberán elegir presidente y vicepresidente para el periodo 2019-2022, así como a los 27 gobernadores del país, y renovarán la Cámara de Diputados (513 escaños) y dos tercios del Senado (54 escaños de un total de 81).
Ahora que empezó oficialmente la campaña para las elecciones brasileñas -donde el ultraderechista Jair Bolsonaro es hoy, el favorito en las encuestas-, los inversores enfrentan las siguientes preguntas: ¿Podría el país más grande de Latinoamérica pronto tener a su propio Erdogan? y ¿Qué podría significar eso para los mercados?
La economía débil y los servicios públicos desfinanciados, en particular las fuerzas policiales estatales y los hospitales, fortalecieron el apoyo a Bolsonaro. El estilo político del candidato «trae a la memoria al presidente Donald Trump, y sus tendencias nacionalistas a Erdogan», consigna Financial Times.
Según Andrés Río, profesor de la Universidad Federal Fluminense, “así como sucedió con Trump en Estados Unidos, Bolsonaro captó a muchas personas que sentían que alguien supuestamente fuera del sistema y que sea más duro puede quebrar con la corrupción y la política tradicional”; sin embargo, esa corriente de volver el sistema político algo “apolítico” es un peligro.
En cuanto a la economía y los mercados, en vez de apoyar soluciones poco ortodoxas como Erdogan, Bolsonaro sostiene que no sabe «nada» de economía. «¿Esto es un examen de ingreso a la universidad o una campaña política?, se preguntó en una entrevista publicada por el diario O Globo.
La inestabilidad política nunca fue buena compañera de viaje para los inversores, que suelen ver este tipo de ‘espectáculos’ desde la barrera….
