Gabinete, jubilaciones y vacuna, temas que agitan la política a pesar de la llegada de las Fiestas

Comienza una semana breve pero políticamente intensa, en los umbrales de la Navidad. Todas las miradas están puestas en el Gabinete nacional, cruzado por renovadas versiones de cambios luego de la nueva carga disparada por Cristina Fernández de Kirchner. En el Congreso, el oficialismo buscará avanzar con la reforma de la movilidad jubilatoria, para sancionarla antes de fin de año. Y en paralelo, la expectativa estará puesta en la vacuna rusa contra el coronavirus, a la espera de un primer embarque que para el Gobierno es un desafío político además de sanitario.

La inquietud en las filas del equipo presidencial creció verticalmente durante el fin de semana, luego de que el viernes la ex presidente volviera a exponer sus cuestionamientos. Cristina Fernández de Kirchner habló en el acto realizado a un año de gestión del nuevo gobierno, en La Plata. Hace más de un mes, había apuntado a los “funcionarios que no funcionan” y esta vez agregó que deberían buscar otro “laburo” aquellos funcionarios que son tibios. A eso agregó como novedad una advertencia abierta sobre el ajuste de la economía.

La vicepresidente instaló así la necesidad de un cambio de ministros como un tema central de la agenda política sobre fin de año. Entre los muchos apuntados por el kirchnerismo duro se cuentan precisamente algunos de los funcionarios más cercanos y cuidados por Alberto Fernández, empezando por Santiago Cafiero, Marcela Losardo, Gabriel Katopodis, además de secretarios de peso como Gustavo Beliz, Julio Vitobello, Vilma Ibarra y Juan Pablo Biondi.

Entre los funcionarios con mayor desgaste se destaca Ginés González García. Y no quedó claro ahora hasta dónde llega el respaldo de la ex presidente a Martín Guzmán, metido de lleno a la negociación con el FMI.

El ministro de Salud ya había sido blanco de una ofensiva opositora para llevarlo al Congreso a raíz de las marchas y contramarchas con la vacuna contra el coronavirus. Y este tema será central otra vez esta semana, luego de la crisis en las negociaciones con Pfizer y los repetidos anuncios sobre la llegada de un cargamento desde Moscú antes de la Nochebuena.

La ex presidente amplificó el tema al apuntar en general sobre el Gabinete. Y colocó a Alberto Fernández en situación difícil, al imponer un cuadro cuyo desenlace será interpretado en función de su reclamo. Cualquier salida de un funcionario de primera línea sería interpretada como efecto directo de esa presión interna.

También expresa la impronta de Cristina Fernández de Kirchner el modificado proyecto de reforma de la movilidad jubilatoria. El texto fue aprobado por el Senado y pasó a Diputados. El oficialismo intentará firmar dictamen esta semana, mientras busca sumar voto por voto –con especial trato hacia los cuatro representantes del peronismo cordobés- frente a la negativa del “lavagnismo” y algunos otros legisladores que acompañaron varios proyectos del Ejecutivo.  La intención es tratarlo en el recinto el martes 29. Ese mismo día la Cámara alta debatirá la legalización del aborto.