Rechazo al mega decreto en el Senado: dura señal al Gobierno, desafío para Diputados y prueba para el pacto político

Rechazo al mega decreto en el Senado: dura señal al Gobierno, desafío para Diputados y prueba para el pacto político

La semana política cierra con el rechazo al mega DNU en el Senado, una señal de fuerte impacto que de todos modos no significa el fin del decreto presidencial. La pelea se proyecta ahora a Diputados, ya que como consecuencia de la legislación impuesta por el kirchnerismo en su primera etapa de poder, un DNU tiene que ser votado en contra por las dos cámaras del Congreso para ser anulado.

De todos modos, la votación del Senado es un hecho político significativo y de diferentes lecturas. Muestra las dificultades del oficialismo para avanzar con sus proyectos, no sólo por la condición de minoría legislativa sino también por sus propios límites para negociar. Ese, junto con la disputa que se traslada a Diputados, es el principal desafío en medio de la negociación abierta con gobernadores y la oposición «dialoguista» para acordar un nuevo texto de Ley Ómnibus y un alivio fiscal para las provincias.

Precisamente, el Gobierno apuntó de inmediato sobre ese punto: Resulta imposible interpretar esta decisión de otra manera que como un intento de socavar el Pacto de Mayo, el Gobierno Nacional y el cambio elegido por los argentinos”. El mensaje advierte de ese modo sobre el riesgo para esa negociación política.

La reacción del oficialismo volvió a expresar condena a la «casta» y desde la Presidencia cargaron contra la votación, a la que señalaron como un triunfo de la «decadencia y el pasado». Del mismo modo, destacaron que por primera vez, el Senado vota en contra de un DNU y lo hace a tres meses de iniciada la gestión presidencial. En cambio, evitaron ahora alimentar la tensión con la vicepresidente.

El resultado en el Senado mostró 42 votos en contra del decreto, 25 a favor y 3 abstenciones. LLA contó con el apoyo del PRO y de 10 de los 13 legisladores de la UCR. Martín Lousteau y otro integrante de ese bloque fueron por la negativa y uno se abstuvo.

En el rechazo, además de los 33 senadores del peronismo/kirchnerismo, se contaron representantes del peronismo disidente y de algunas fuerzas provinciales. Parte de ese lote -los misioneros y la representante del PJ cordobés- se abstuvo. Es una señal de los espacios sobre los que debería trabajar el oficialismo para frenar el tema en Diputados y avanzar con el pacto político.

La inclusión del decreto en el temario del Senado había generado generado fuerte reacción en redes sociales por parte de la militancia mileísta y hasta el propio Javier Milei expresó malestar. Además, la oficina presidencial lanzó el miércoles un duro comunicado en plena reunión entre Victoria Villarruel y los jefes de bloque en el que cuestionó la decisión «inconsulta» de la Cámara Alta de avanzar con la agenda que se tratará este jueves.

Villarruel esquivó durante varias semanas los pedidos del bloque de Unión por la Patria, que conduce José Mayans. La solicitud de los bloques federales, que fue firmada por nueve senadores, inclinó la cancha en favor del kirchnerismo. Más allá del resultado negativo en la Cámara alta, el DNU también deberá pasar por Diputados para que se concrete su derogación, a raíz de la ley vigente, impulsada or Cristina Fernández de Kirchner en 2006 para asegurar las decisiones de Néstor Kirchner.

La Cámara Baja también dejó señales esta semana. Hacemos Coalición Federal (ex miembros de JxC, el PJ no kirchnerista, la Coalición Cívica y el socialismo), junto a Unión por la Patria, la Izquierda y un sector del radicalismo buscaron llevar adelante una sesión para intentar forzar el tratamiento de una nueva fórmula de movilidad jubilatoria atada a la inflación.

Finalmente, por escaso margen, no lograron el quourm. Pero un grupo de alrededor de 125 diputados estuvieron en el recinto durante fallida sesión. El gran faltazo se produjo por el lado de los bloques provinciales y diputados que responden directamente a gobernadores, quienes negocian por estas horas con el Ejecutivo un nuevo pacto fiscal y una nueva Ley Ómnibus. Pero el oficialismo también tuvo que ceder en parte, al conformar la comisión que debe tratar el tema

El grueso de la UCR no aportó al quorum, y negoció, en cambio, con La Libertad Avanza la presidencia de la comisión de Previsión Social, que, por otra parte, tuvo su primera reunión el mismo miércoles. El debate mostró, finalmente, un gobierno que logra algún resultado cuando establece puentes de negociación y enfrenta graves problemas cuando el debate es dominado por posiciones de dureza.