El fin de dinero físico deja de ser solo una utopía

¿Es una utopía imaginar que en la Argentina dejemos de usar efectivo y que los pagos se realicen de forma digital? Depende. Si pensamos que en muchos sectores de la economía el efectivo reina, parece imposible este escenario. Pero hay una cantidad de tendencias, que si las observamos en conjunto, muestran cómo el objetivo puede concretarse.
Si tenemos en cuenta escenarios económicos, la baja de la inflación trae entre otros beneficios que los distintos actores de mercado tienen que ser más eficientes, bajar costos y aumentar la productividad. Desde el punto de vista tecnológico la disrupción generada por los dispositivos celulares y su masividad – superando la cantidad de habitantes – constituye un escenario único, donde se democratiza la tecnología con equipos cada vez más sofisticados y de menor precio. Este acceso masivo incluye todos los niveles socio-económicos y todas las latitudes de la Argentina. Con esta base distribuida en los «bolsillos» de la gente, es posible plantear más y mejores soluciones tecnológicas a problemas y necesidades cotidianos.
Otro punto relevante es el regulatorio. No es menor contar con un Banco Central muy activo en término de nuevas propuestas que faciliten los medios de pago. Si hacemos un repaso rápido de las iniciativas que colaboran en este sentido podemos destacar: se dio un fuerte impulso a la bancarización de jubilados, pensionados y en planes sociales. Hace unos años era extraño encontrar un jubilado que cobrara sus haberes en una cuenta bancaria, y hoy lo extraño es ver a un jubilado que cobra sus haberes en efectivo en una sucursal de banco. Se flexibilizaron requisitos para la apertura de cuentas, incluso los menores de edad pueden acceder a cajas de ahorro. Se masificó el uso de las transferencias inmediatas y se potenció aún más con el «Alias CBU», una manera «friendly» de operar. Y se implementó Depósito Electrónico de Cheques, el DEBIN – Débito Inmediato donde la operación es generada por el interesado en cobrar, y las Transferencias por importes superiores para la compra de inmuebles y autos. Este nuevo mecanismo permite, previa notificación al Banco, transferir de forma segura cualquier monto en operaciones de compra venta de esos bienes.
Finalmente, me voy a referir al medio más destacado que va a revolucionar el mundo de los pagos: el Pago Electrónico Inmediato (PEI). Esta innovación impulsada por el Banco Central tiene tres variantes fundamentales: una modalidad Billetera Multibanco en formato de app que -instalada en el celular y con todas las medidas de seguridad de un Mobile Banking- permite enviar y recibir dinero al instante y en forma gratuita a cualquier persona, tenga o no la app, esté o no esté bancarizada. Esta Billetera Multibanco resuelve los pagos cotidianos por bajos montos, como distribuir la cuenta de un almuerzo o repartir el costo de un regalo de cumpleaños, de modo gratuito y con acreditación instantánea todos los días las 24 horas del día. Es decir, ya no es necesario ir a un cajero automático, extraer dinero y disponer de cambio.
La segunda variante es la compra presencial en comercios. El principal diferencial para el negocio es que el dinero se acredita instantáneamente en su cuenta en el momento de realizar la compra, y hasta el monto que fija la reglamentación que es de $3.500.000 de facturación anual, es gratis.
Y la tercera variante es para las compras on line a través de sitios de ecommerce, con un botón de pago. El mecanismo es el mismo y las ventajas para el comercio también.
Cinco motivos clave para usar PEI para pagar y cobrar
Masividad. La base de estos sistemas (para el que paga) es una cuenta y una tarjeta de débito. En Argentina hay 41 millones de tarjetas de débito versus 22 millones de tarjetas de crédito.
Plazo de pago. Para un comercio, una operación tradicional de POS con Tarjeta de Débito se acredita en 48/72 hs y si es con crédito en 18 días hábiles. Con PEI el dinero está acreditado en la cuenta del comercio en el mismo momento en que se realiza la operación.
Menores costos de la operación. A diferencia de los aranceles de Tarjetas de Débito y Crédito, para los comercios chicos y medianos este sistema es gratuito.
Menor costo de transporte de efectivo. Un comercio que cobra con estos mecanismos reduce el costo de trasladar efectivo, uno de los costos más relevantes.
Seguridad. Las operaciones que se acreditan en una cuenta no corren ningún riesgo, a diferencia de la exposición constante a robos a los que están expuestos los locales comerciales.
Tomando en consideración todas estas variables, podríamos afirmar que no parece ser tan utópico pensar que el fin del dinero físico es posible.
AUTOR: JORGE LARRAVIDE
Gerente Comercial de LINK-Especialista en Tecnología y Medios de Pago
FUENTE: ÁMBITO