El Central acumula reservas con lentitud

El Central acumula reservas con lentitud

Ayer se hizo de USD70 millones y cambió el signo de la compra de dólares en el año, que pasó a ser positivo: acumuló USD30 millones en lo que va del año. Abril arrancó peor de lo esperado. Que el crawling peg se ubique un poco por encima de la suba del tipo de interés puede desincentivar la exportación pero en el Gobierno no quieren apurarse y dar una señal de que esperan que el IPC siga por las nubes por mucho tiempo

El BCRA logró, en la jornada de ayer, comprar USD70 millones para las reservas y revirtió así el signo: la autoridad monetaria logró hacerse de un total de USD30 millones en el mercado de cambios en lo que va del 2022. Desde el Gobierno reconocen que, aunque el primer trimestre fue mejor que lo esperado, abril comenzó flojo. La tasa de interés corriendo apenas por debajo del ritmo de devaluación puede ser un desincentivo para exportar y meterle presión al BCRA para analizar nuevas subas como la de la semana pasada, más allá de la regulación que busca proteger la economía de la especulación del agro. La estrategia oficial pasa por no sobrereaccionar ante la aceleración inflacionaria y no dar un mensaje de expectativa de que los precios seguirán por las nubes.

La tasa está desfasada

Desde el equipo económico lo aclaran: la tasa de interés está claramente desfasada respecto de la inflación. Sin embargo, la idea es no apurarse, esperar que el vendaval afloje, que el IPC de abril quede por debajo de 6% y lo más cercano posible a 5%, para que continúe desacelerando hacia adelante. Subir más la tasa, sostienen, implicaría dar una señal de que la expectativa (o el miedo) oficial es que la inflación continúe en los niveles actuales.

Afirman que el FMI no exige que la tasa de interés se adelante a las subas constantes de la inflación esperada sino que el Banco Central reaccione una vez que los cimbronazos, en parte como consecuencia de la coyuntura global, ocurran. No hay, sostienen, una necesidad de adelantarse al IPC.

La dinámica de los precios relativos claves viene arrojando hasta ahora que la tasa de interés perdió insistentemente contra los precios en lo que va del año. El nuevo nivel en 3,9% la deja, además, un pelo por debajo de la devaluación de abril, que se va perfilando en el 4%. Ahí, señalan los analistas, se corre el riesgo de desincentivar la exportación y la liquidación de ventas externas, ya que pasa a ser conveniente financiarse en pesos a un costo bajo hasta que el crawling peg convalide un dólar más alto.

Inflación

La normativa no les permite, justamente para evitar que el fenómeno ocurra, a los exportadores de granos financiarse en pesos. Sin embargo, instrumentos como la caución, que se rige en la práctica por la dinámica de la tasa de política monetaria, es un mecanismo para evitar esas restricciones, esperar para vender los granos afuera y beneficiarse por el diferencial de precios relativos. El Banco Central, además de mirar la inflación, tiene el dólar marcándole el ritmo de suba de la tasa.

Eso en un contexto en el que la acumulación de reservas, para lo que va del año, es mínima. Con los USD70 millones que logró comprar ayer, el Banco Central consiguió acumular USD80 millones en lo que va del mes. Y USD30 millones en lo que va del año. El problema es que abril es el mes en el que la liquidación debería comenzar a picar en punta, luego de un primer trimestre en el que el objetivo era no quedar demasiado en rojo (y desde el Gobierno destacan que la cosa estuvo mejor que lo que se proyectaba al iniciar el año).

Sin embargo, la liquidación de exportaciones arrancó lenta y las importaciones vienen fuertes, en lo que va del mes, lo que puede estar relacionado con el ritmo de ingreso de divisas mayor al esperado durante el primer trimestre. La expectativa oficial es que la dinámica se revierta y el ingreso de dólares vuelva a retomar su cauce en lo que resta del segundo trimestre.

Fuente: BAE