El FMI planea poner en marcha el Fondo de Resiliencia y Sustentabilidad en octubre

El FMI planea poner en marcha el Fondo de Resiliencia y Sustentabilidad en octubre

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ató la puesta en marcha del nuevo fondo de resiliencia para naciones pobres y emergentes a los aportes que hagan los países ricos, una condición que puede llegar a demorar el arranque de un nuevo maná de reservas del cual el Gobierno aspira a tomar alrededor de US$1300 millones. El Fondo quiere empezar a ofrecer préstamos a través de esa nueva herramienta en octubre, una fecha que depende, primero, de que logre reunir los US$45.000 millones para el fondo.

Craig Beaumont, director Adjunto del Departamento de Finanzas del FMI, brindó en una conferencia de prensa virtual en Washington nuevos detalles sobre la implementación del Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad (RST, según sus siglas en inglés), la última herramienta del organismo internacional para reforzar la ofensiva contra el golpe de la pandemia del coronavirus.

“El plan es hacer operativo el RST, es decir, poder hacer préstamos, para el momento de las reuniones anuales de octubre de este año”, dijo Beaumont en un briefing virtual con periodistas.

Desafíos estructurales

El nuevo fondo complementará el conjunto de herramientas crediticias existentes del FMI al centrarse en desafíos estructurales a más largo plazo, incluido el cambio climático y la preparación para pandemias, que implican riesgos macroeconómicos significativos. El Fondo servirá para canalizar los Derechos Especiales de Giro (DEG) que repartió el Fondo el año anterior, unos US$650.000 millones, de los países ricos que tienen posiciones externas sólidas hacía países con sed –y necesidad– de fondos frescos.

El Fondo difundió también una lista de 143 países elegibles, en la que figura la Argentina. Otros miembros que podrán acceder a la nueva línea son Rusia y Ucrania, ambos enfrentados en una guerra, México, Brasil, Ecuador, El Salvador, Guatemala, la India, Indonesia, Irán e Irak.

El Gobierno espera desde hace meses la implementación del nuevo fondo. De concretarse, sería la tercera asistencia financiera del FMI a la administración de Alberto Fernández y del Frente de Todos: el organismo multilateral aportó más de US$4300 millones en el reparto de Derechos Especiales de Giro el año anterior para enfrentar la pandemia del coronavirus, y despachó este año casi US$10.000 millones más en fondos frescos para las reservas cuando se cerró el nuevo acuerdo para refinanciar la deuda que contrajo el gobierno de Mauricio Macri. A esos dos aportes se sumarían los US$1300 millones de este fondo.

Pero la implementación del fondo tiene que sortear primero un obstáculo

El FMI dijo que está listo para comenzar a prestar una masa crítica de recursos una vez que logre reunir una amplia base de contribuyentes para el nuevo fondo, y una vez que los sistemas financieros y operativos estén lo suficientemente sólidos.

El FMI planea comenzar “de inmediato” la recaudación de fondos para las necesidades totales de recursos, estimadas en alrededor de US$45.000 millones. El Fondo espera lanzar la campaña oficial de recaudación esta semana en las reuniones de primavera del Banco Mundial y el FMI, y se espera que algunos países anuncien sus compromisos.

“La recaudación de fondos es fundamental para empezar a prestar”, dijo Beaumont. “Un punto clave es que solo podemos hacer operativo el RST una vez que tengamos una masa crítica de recursos para cubrir la demanda. Tiene que ser suficiente para cubrir la demanda de préstamos en los años iniciales, y también de un grupo diverso de contribuyentes”, advirtió.

Beaumont dijo que si no es posible recaudar suficiente dinero para octubre de este año, “quizá tengamos que considerar la posibilidad de ponerlo en funcionamiento un poco más tarde” para permitir contribuciones adicionales.

Fuente: La Nación