De Villarruel a las jubilaciones: la interna oficialista y las movidas del propio Gobierno compiten en el temario político

De Villarruel a las jubilaciones: la interna oficialista y las movidas del propio Gobierno compiten en el temario político

El Gobierno desplegó en pocos días una batería de iniciativas de alto impacto y, de ese modo, buscó colocarse a la ofensiva después del rechazo al DNU en el Senado, amortiguado en principio por el nuevo impulso a la negociación del pacto político. Pero las propias internas opacaron en parte esa movida. Victoria Villarruel mostró perfil propio y marcó diferencias con Javier Milei, después de fotos y gestos para intentar bajarle el tono las tensiones en la primera línea del oficialismo.

La Vicepresidente habló en una entrevista televisiva. Reiteró las explicaciones institucionales sobre la habilitación del debate del DNU en la Cámara Alta y ratificó su defensa del Presidente, aunque dejó en claro diferencias sobre cuestiones que quedaron atrás, como la suspensión del aumento de las dietas de legisladores, y también presentes, como la seguridad y el lugar de las Fuerzas Armadas.

Villarruel cuestionó la posibilidad de una modificación legal que amplíe los márgenes de participación de las Fuerzas armadas en la pelea con el narcotráfico, sobre todo en Rosario. Lo hizo con referencias a los hechos de la década del 70. Pero el dardo estuvo dirigido a los anuncios de Patricia Bullrich y Luis Petri.

La ministra de Seguridad y el titular de Defensa dijeron que la semana que viene serán enviados los proyectos al Congreso. No fueron difundidos oficialmente los contenidos, pero aún sin conocer el detalle, todo indica que las iniciativas generaran fuerte debate.

La Vicepresidente, que también tomó distancias de la postulación de Ariel Lijo para ocupar la vacante dejada hace más de dos años por Elena Highton, había quedado en el centro de la tormenta por la votación en contra del DNU. Ahora, se suma el efecto de sus declaraciones en el círculo presidencial.

En las horas previas, el Gobierno había dado otra muestra de la decisión de avanzar con movidas propias en un contexto marcado por la negociación y la disputa con los espacios denominados “dialoguistas».

La discusión sobre un nuevo mecanismo de actualización de las jubilaciones había ganado protagonismo. Existía coincidencia sobre la necesidad de modificar el sistema impuesto por el Frente de Todos en la gestión de Alberto Fernández, pero también diferencias sobre el empalme -por el deterioro de los altos índices de inflación en diciembre y enero- y por los tiempos.

El Gobierno quería atar el tema a la suerte de la acotada Ley Bases, que recién podría llegar al recinto, si hay acuerdo previo, en la segunda quincena de abril. La oposición había impulsado una sesión especial de Diputados para tratar el tema, pero el oficialismo logró frenar el intento. De todos modos, reunió 125 diputados, cuatro menos del quórum.

Después, se puso en marcha la Comisión de Previsión social como un paso para apurar el tratamiento del tema. Y finalmente, optó por el DNU. Las críticas opositoras no apuntaron al camino elegido, sino que pusieron el foco en el porcentaje del empalme.