Los actos por Perón, en días cargados de peleas propias y preocupación por la economía

Los actos por Perón, en días cargados de peleas propias y preocupación por la economía

Alberto Fernández cierra una semana política delicada, que comenzó con su asistencia a la cumbre del G7, en Alemania, y concluye con un acto en la CGT. La convocatoria en el aniversario de la muerte de Perón expresa de diferente modo el peso permanente la disputa en el interior del oficialismo. El Presidente apuntó contra las «recomendaciones» de Cristina Fernández de Kirchner y la ex presidente se reservó su propio acto.

El acto en la central sindical fue pensado como una nueva movida para mostrar cierta unidad en medio de la interna. La idea fue compartir una de las fechas centrales del peronismo con presencia de jefes cegetistas, movimientos sociales, gobernadores e intendentes. Se complicó el panorama por algunos pasos en falso en la organización, en manos del Gobierno, y el malestar en la primera línea del gremialismo con el Presidente.

Finalmente, para salvar el cuadro de tensión -fuentes sindicales llegaron a dar por suspendido el homenaje a Perón-, se resolvió que la CGT fuera la sede, pero que la organización y las invitaciones corrieran por cuenta del Gobierno y, de manera formal, por el PJ.

«El poder no pasa por quien tiene la lapicera, pasa por ver quien tiene la capacidad de convencer», dijo el Presidente, y agregó que Perón «nunca necesitó de la lapicera». Fue el tramo del discurso más claramente dirigido a Cristina Kirchner. Lo escuchaba una platea con asistencia de ministros y jefes sindicales, y pocos gobernadores e intendentes. Tampoco asistió Sergio Massa.

La mayoría de los mandatarios peronistas ya había dado su señal con la constitución de la Liga de Gobernadores, que reclamó medidas para resolver el abastecimiento de combustible y, sobre todo, para contener la inflación. Fue ese un mensaje directo a Martín Guzmán, apuntado por Cristina Fernández de Kirchner y cuestionado, con más cuidados, por Massa.

En ese contexto, y luego de que fueran anunciadas nuevas restricciones a las operaciones con dólares, volvieron a circular versiones sobre otro pico de tensión en el oficialismo. En el Gobierno niegan cambios. Desde el kirchnerismo, en clave electoral, Andres “Cuervo” Larroque salió a decir que está agotado el ciclo “moderado” que encarnaría el Presidente.

Cristina Kirchner ya había resuelto encabezar su propio acto, en Ensenada, un día después del 48° aniversario de la muerte de Perón. Su respuesta agregará condimento a una disputa interna que preocupa por el contexto económico.