Bajan los depósitos: los ahorristas no están tranquilos

Bajan los depósitos: los ahorristas no están tranquilos

Siguen sacando depósitos de los bancos. La selectiva movida con letras ajustables por tipo de cambio generó inquietud

Regresó la presión sobre el dólar y la Bolsa porteña volvió a perder frente a las demás. Pero los bonos aguantaron.

Cuando faltan apenas seis días y sólo cuatro ruedas (el viernes es feriado por la Inmaculada Concepción) para el inicio de la Presidencia de Javier Milei, el mercado financiero argentino sigue sufriendo una permanente sangría en los depósitos bancarios, con inversores y ahorristas de salida, asustados, abriendo el paraguas, por si la historia se repite. Hay una marcada salida, más de pesos que de dólares. El 13 de agosto pasado (día en el que se celebraron las PASO) el stock total de depósitos a plazo fijo en pesos era de $15 billone.

Esa masa de dinero creció hasta $16,6 billones con pico el 22 de setiembre, pero la particular política de repartir plata de Sergio Massa para conseguir votos espantó a todo el mundo, tanto que al día siguiente de la primera vuelta del 22 de octubre había solo $14,9 billones. Luego, con IVA y Ganancias perdonados por el ministro candidato treparon hasta $16,2 billones el 15 de noviembre y luego del balotaje fue el 19 de noviembre se desbarrancaron otra vez hasta el último dato oficial del miércoles pasado, con solo $15,2 billones.

Los privados

Por lo que en las últimas 16 semanas, cuando el rendimiento del 40% de la tasa de un plazo fijo normal en ese lapso debería haber llevado al stock total (sin agregar un peso más, sólo con multiplicador de tasa) a $ 21 billones. Por lo que unos $ 6 billones se bajaron: se fueron a posiciones a un día o directamente se fueron de los bancos, para comprar cosas, dólares o lo que fuera. Y los privados que tenían depósitos en dólares en los bancos argentinos también salieron corriendo.

El día de las PASO había en el sistema US$ 15.400 millones, mientras que y al miércoles pasado quedaron sólo US$ 14.200 millones. O sea, se fueron US$ 1.200 millones, el 7,8% de lo que había en las PASO. Y, comparando con los US$ 16.500 millones que había a fines de febrero último, se observa que en los últimos nueve meses se fueron de los bancos argentinos US$ 2.300 millones, por lo que huyó el 14% de lo que había.

La preocupación del mercado

¿Cuál es la razón de esta salida de fondos? Esencialmente los que tenían dinero en los bancos ven una repetición. Recuerdan como si hubiera sido la semana pasada la pesificación asimétrica que se hizo en 2002. Y en los últimos días el temblor se acentuó porque sucedió algo bastante parecido. Muchos de los que tienen contacto directo con “información de adentro” fueron avisados que se viene un gran cambio y para proteger a los amigos les dieron un regalo multimillonario: habilitaron pases a un día ajustables por tipo de cambio (denominados Lediv). Con eso, con la velocidad de un rayo, una ola de fondos bancarios que viajaban en Leliq a 28 días de plazo con tasas del 133% anual, se bajó y se fue a las Lediv.

Y muchos de los que en los últimos tiempos sospechosamente recibieron muy rápido permisos de comercio exterior (SIRA) hicieron lo mismo. Tanto que el volumen de Lediv creció en pesos hasta un equivalente a US$ 5.200 millones, con una ola de dinero de amigos bien informados. ¿Por qué hicieron ese cambio? Se supone que el designado ministro de Economía de Javier Milei, Luis Caputo, espera realizar una transformación de las Leliq, y luego devaluar.

Precios próximo

Por supuesto, solo los que tienen contacto con el poder pueden saber cuál podrá ser el precio aproximado que tendrá el dólar oficial y, sobre todo, el día que se hará el cambio. Pero, de manera especulativa, debe decirse que hoy el dólar oficial vale $361, mientras que para fin de diciembre en el Rofex ese valor se pacta a $752, es decir 108% por encima del valor actual.

El que se quede en Leliq o fuera de un valor ajustable vía dólar oficial, quedará colgado, mientras que los bien informados tendrán un ajuste que fue calculado por varios operadores con una ganancia cercana a $ 4 billones, que es una verdadera estafa al Estado por “inside information”.

Hizo tanto ruido este seguro de cambio gratuito ofrecido por el Banco Central que dirige Miguel Angel Pesce que a mitad de semana, luego de que los amigos de siempre ya habían entrado (en una jugada igual a la de la pesificación asimétrica en 2002), las Lediv fueron canceladas. O sea, no hay nuevas Lediv y en las últimas horas se avisó algo que provocó un temblor: solo podrán cobrar de manera ajustable las Lediv las empresas que en el último año hayan cumplido a rajatabla con los precios justos, por lo que muchos de los que entraron en esa jugada dependerán de la firma de un funcionario para redondear todo este millonario negocio.

El dólar en Argentina

Uno de los motivos que había generado la fuerte baja de los dólares financieros en los días anteriores estuvo ligado a las Lediv. Los participantes de comercio exterior, vendían dólares MEP y CCL, y se pasaban a Lediv, pero al conocer que si no cumplieron con los Precios Justos no tendrán el ajuste, todo se dio vuelta, y con eso se disparó nuevamente la compra de dólares libres, por lo que en pocas horas el blue saltó de $890 a $995, el MEP pasó de $838 a $934 y el CCL fue de $820 a $905, cerrando lo que fue un mercado argentino tumultuoso.

Fue tan veloz el resurgimiento de la corrida cambiaria (que recién empieza) que en la última semana el BCRA tuvo que salir a vender dólares de nuevo. En la primera semana post balotaje había sumado reservas por US$ 51 millones y la semana pasada perdió US$ 135 millones.

Los datos del exterior

En el exterior, mientras tanto, también se “cocieron habas”. Con signos de menor actividad económica, la tasa a 10 años de EE.UU. bajó en apenas un mes y medio del 5% al 4,2% anual. Y Europa está registrando una acelerada baja en los niveles de inflación, por lo que hay chances de que el BCE también baje pronto sus intereses, con riesgo de que Europa caiga en recesión. Con este abrupto giro en lo que se paga en intereses, el dólar global cayó en 45 días nada menos que 5,6% contra una canasta de monedas principales.

Y, en medio de esto, analistas muy experimentados de Wall Street, entre ellos Jamie Dimon de JP Morgan, salieron a advertir que el problema de la inflación no ha terminado y afirman que la idea de que la suba de tasas de la Fed ya terminó es una ilusión, advirtiendo: “prepárense, no vamos a un aterrizaje suave, sino a una recesión, con balances malos para las empresas, y va a doler”.

Balance

Sin embargo, hasta ahora los inversores altamente especulativos creen todo lo contrario, por lo que las Bolsas del mundo volvieron a subir en bloque la semana pasada, pero no todas, entre las que lamentablemente no estuvo la de Buenos Aires, que volvió a bajar.

En el balance semanal, el índice industrial Dow Jones subió 2,4%, Frankfurt mejoró 2,3%, San Pablo ganó 2,2%, Madrid y México 2% y Santiago de Chile 1,9%. Solo estuvieron un tanto más tranquilos el tecnológico Nasdaq de NY, que subió 0,4%, y la Bolsa de Tokio que bajó 0,6%. ¿Qué pasó en Argentina? El índice MerVal en pesos cayó 5,2% y medido en dólares declinó 1,2%, por lo que otra vez fue el peor de todos

Caída de los bonos

Pero si bien las acciones estuvieron bien afuera y bajaron adentro, los bonos pudieron en todas partes. Ganaron más de 2% en el mundo y lograron subir 2,4% a nivel local, por lo que el riesgo país bajó a 1.982 puntos. ¿Por qué sucedió esto? Simple: el designado Presidente Milei, que dejó knock out a Massa, dijo lo que todos los inversores de países normales están acostumbrados a escuchar, pero nunca se dice en Argentina: “vamos a cumplir todos los contratos y vamos a pagar las deudas”. Muy lejos del fatídico “la deuda será revisada”, que dijo Alberto después del tuit unilateral con el que lo ungió Cristina. Mientras esto pasa para los pocos que miran los números financieros, la economía real está en ebullición.

Tras el balotaje hubo suba incontrolable en los precios de las cosas, con aumentos de hasta el 50% en muchos productos, y más subas por venir ya que también hubo fuertes subas en combustibles y peajes, los cuales aumentarán costos y terminará en los valores de las góndolas. Veremos cuánto se vende: los salarios vienen muy de atrás, y el consumo seguirá bajando.

Así termina la experiencia de los Fernández y Massa, casi 50% de pobre y con la inflación viajando a 200% anual, con escasez de insumos, empresas paradas, y gente que necesita elementos para hacerse diálisis u operaciones cardíacas, y no tienen lo necesario.

Milei, mientras tanto, va cubriendo cargos clave, puso a Patricia Bullrich en Seguridad y particularmente vuelven resabios menemistas. Y entre los argentinos quemados con leche se teme la posibilidad es que se termine haciendo lo mismo que Menem: intentando vender empresas del Estado para bajar el déficit con venta de activos, sin bajar el gasto, algo que puede dar un equilibrio fiscal temporal, y que cuando se terminen las joyas por vender repetir otra vez otro 2001.

Pero, veremos:

La coparticipación pone en alerta a los gobernadores, que fueron auxiliado por un último multimillonario ATN (Asistencia del Tesoro Nacional) para que paguen sueldos y aguinaldos. Caputo y Milei estuvieron en EE.UU. Los inversores contestaron que plata nueva no hay, quieren ver hechos, no promesas. Y desde el FMI Kristalina Georgieva adelantó que habrá ayuda para que la Argentina consiga un nuevo acuerdo, que deberá pasar por el Congreso: si eso se aprueba no habrá problemas para seguir pagándole al FMI los vencimientos de 2024: US$ 4.600 millones de capital y US$ 2.100 millones en intereses.

Tampoco habría inconvenientes para pagar los US$ 1.450 millones que vencen el 9 de enero por el pago de cupones de los bonos que surgieron del canje que hizo Guzmán en agosto de 2020 Todos los vencimientos que vienen, no tanto en dólares, sino sobre todo en pesos, inclinaron a Milei por nombrar a Luis Caputo, muy hábil en lo financiero, para manejar las cosas, quien colocó a Joaquín Cottani, un ex funcionario con Cavallo, también especializado en finanzas, como su número dos.

Y se afirma que Pablo Quirno, otro hombre de Caputo, sería el principal candidato a presidir el Banco Central. En suma, con precios volando, se viene un verano caliente, con altas temperaturas, en varias áreas, no solo financieras. Puede faltar electricidad y la designada canciller Diana Mondino le recomendó a las empresas comprar generadores porque no habrá energía para todos.

Los desafíos que vienen

Si se cumplen los tiempos. Después del 10, Milei enviará una ley ómnibus para desregular el Estado, planteando una simplificación impositiva y un blanqueo. Y se viene un gran desafío, ya que entramos en una dimensión desconocida, porque el nuevo presidente es una gran incógnita.

No tiene financiamiento en el exterior y no tiene estructura ni de gobernadores ni de legisladores en el Congreso. Con tan poco poder real por ahora, los ahorristas nerviosos se preguntan ¿quién pagará la fiesta? ¿Será la política como prometió Milei o serán los de siempre, con más tarifas y con más manotazo de depósitos para todos? En la foto actual, la gente espera una altísima inflación, con tasa insuficiente, por lo que salen a comprar cosas, convalidando subas de precios notables, o retroalimentan nuevamente la suba del dólar.

En suma, se vienen meses muy complejos. Es altamente probable que haya tensión social. Se verá si Milei se las arregla contra todo, bajando el gasto, sin emitir, sobre todo sin gobernadores y sin el apoyo necesario en el Congreso. Por lo que para hacer el ajuste fiscal quizás necesite algún DNU, que volverá a provocar reacciones. Será un trabajo arduo.

Los especialistas repiten que se debe armar un plan, quizás no de shock, pero sí escalonado y rápido, e ir cumpliendo cada escalón a rajatabla. Y hay que tener bien en claro que si bajo la Presidencia de Milei los argentinos todos no inventamos cosas nuevas para exportar más, sin repetir el pase de desempleados a las espaldas del Estado, seguiremos sin salida. La oportunidad está: habrá más cosecha, más energía, más minería y más economía de la inteligencia. Pero, a no engañarse, la situación es muy compleja.

Suben las commodities

Mientras todo esto pasa en la mínima Argentina, los commodities arrancaron diciembre con un movimiento llamativo. Hubo subas en los metales básicos y mejoras en los granos a nivel global, no a nivel local porque está todo suspendido, esperando que llegue la devaluación.

La situación está enrarecida, y los inversores globales, que ahora se van del dólar, vuelven a refugios clásicos: el Bitcoin arrancó el mes con un salto de casi 5% y se acerca a los US$ 40.000. Mientras que el oro y la plata también se sostienen: la onza amarilla superó su valor máximo de todos los tiempos (está a más de US$ 2.070) y la onza de plata también muerde (se acerca a US$ 25,50).

Fuente: El Economista