Alberto Fernández, con nutrida agenda internacional y con un frente interno cada vez más complicado

Alberto Fernández, con nutrida agenda internacional y con un frente interno cada vez más complicado

Alberto Fernández inicia la semana política con su asistencia a la Cumbre del G7, en Alemania. Es parte de una agenda internacional nutrida y a la vez cada más exigente de definiciones en el complejo tablero global. El Presidente, además, no puede evitar que la situación local tiña sus viajes al exterior. Está pendiente de la situación económica y de conflictos increíbles como el desatado por los problemas de abastecimiento de gasoil, además de la dura y sostenida disputa interna.

El vuelo a Alemania fue precedido por su participación en el encuentro virtual de mandatarios del grupo BRICS y será seguido en julio por la reunión de presidentes del Mercosur y el encuentro bilateral con Joe Biden.

La agenda internacional siempre es presentada por los gobiernos como muestras de oxígeno político, especialmente en tiempos de crisis económica y social. En el caso de Alberto Fernández, se agrega la complejidad de la situación internacional como consecuencia de la guerra desatada por la invasión de Rusia a Ucrania.

El Gobierno había evitado, de entrada, una condena severa de la escalada rusa, luego de quedar expuesto por la visita a Vladimir Putin. Después, criticó la invasión y la guerra, con énfasis en los efectos económicos negativos para la región -que a su vez podrían abrir las puertas a mayor presencia argentina en materia de alimentos y energía- y con cuestionamientos a las sanciones económicas contra Moscú.

En la reciente reunión del BRICS, Alberto Fernández reclamó el cese de las hostilidades en Ucrania, pero evitó un tono más fuerte frente a los mandatarios de Rusia y China, integrantes de ese bloque junto a Brasil, India Y Sudáfrica. La Argentina aspira a integrar ese grupo.

El Presidente ya había expuesto su posición crítica sobre las sanciones económicas a Rusia durante la pasada gira por Madrid, París y Berlín. El G7, en medio de diferentes visiones sobre la proyección de esa estrategia, se propone igualmente avanzar con nuevas decisiones de ese tipo, empezando por el embargo a las importaciones de oro.

Alberto Fernández fue invitado en su condición de presidente pro tempore de la CELAC. El G7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) también invitó a los gobiernos de India, Indonesia, Senegal y Sudáfrica. Es una señal de posicionamiento especialmente frente a China. El otro mensaje potente será la participación virtual del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

El Presidente incluyó en su comitiva a Sergio Massa, en un gesto que tiene varias interpretaciones. Se trataría de un modo de mostrar cierta unidad del oficialismo. Pero también genera especulaciones sobre la política económica, en un marco delicado, con Martín Guzmán apuntado directamente desde el interior del oficialismo.

El frente local expone una agudización de la disputa, con una nueva carga de Cristina Fernández de Kirchner, esta vez vinculada con la administración de los planes sociales. El dato más novedoso fue el estreno de la Liga de gobernadores, integrada por la mayoría de los mandatarios peronistas y algunos aliados. Su primer mensaje fue encabezado por reclamos al Gobierno frente a la inflación y los graves problemas de abastecimiento de gasoil. Expresó una toma de distancia respecto del círculo de Olivos, que consideraba aliados a los jefes provinciales del PJ.