Vence el plazo para inscribir las alianzas: el Frente de Todos y Juntos por el Cambio entran en horas decisivas
Las dos principales coaliciones políticas del país entran en zona de definiciones. El Frente de Todos (FdT) y Juntos por el Cambio (JxC) encaran negociaciones contrarreloj a horas del fin del plazo para la inscripción de alianzas y frentes electorales que competirán en las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del próximo 13 de agosto.
En términos legales, según lo estipulado por la Cámara Nacional Electoral (CNE), el plazo a nivel nacional para presentar ante la Justicia la composición del frente y alianzas cierra hoy a la medianoche.
Un tema que está en el centro de las discusiones en los frentes por estas horas y resulta muchas veces definitorio en su constitución es, justamente, el reglamento interno para la competencia en las primarias, así como la composición de la junta electoral de cada alianza, que es la encargada de aceptar las listas presentadas por cada espacio.
En el caso del FDT, continúan las negociaciones entre los sectores que lideran Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa sin acuerdos sobre listas de unidad. Podría cambiar el nombre de Frente de Todos, aunque no habría modificaciones importantes respecto a los partidos que conforman la coalición.
Uno de los puntos más controvertidos por estas horas es el porcentaje en el que se fijará la representación de las minorías, es decir el piso de votos internos que se le impondrá a la lista que salga segunda en las elecciones primarias para que pueda integrarse a la lista definitiva de legisladores nacionales en los comicios generales. El kirchnerismo y el massismo presiona para que el sector alineado con el Presidente, Scioli y Agustín Rossi, se baje de la competencia y se encolumne detrás de una fórmula de unidad. Es por eso que el albertismo busca un piso no mayor al 25%, mientras que el sector referenciado en Cristina Kirchner y el ministro de Economía amenazan con fijar el umbral en torno al 40%.
En paralelo, el clima de tensión en JxC parece haber mermado luego de los coletazos internos que provocó el intento de sumar al gobernador peronista de Córdoba, Juan Schiaretti. La idea fue impulsada por uno de los presidenciales del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, y respaldada por Gerardo Morales (presidente de la UCR), Miguel Ángel Pichetto (presidente de ER), y Maximiliano Ferraro (presidente de la CC). La principal voz disidente fue la de la otra figura presidenciable del PRO, Patricia Bullrich, que contó con el apoyo del expresidente Mauricio Macri.
En las últimas horas, Schiaretti hizo trascender que este miércoles inscribirá su alianza a la que denominará «Hacemos por Nuestro País«, y clausuró así la posibilidad ir a las PASO con Juntos por el Camio. El espacio estará integrado por peronistas no kirchneristas, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Cristiano, el Partido Autonomista y otras fuerzas provinciales. En el sector dialoguista de Juntos por el Cambio advirtieron que insistirán en las conversaciones y en la posibilidad de llegar a un acuerdo «programático». Pese a la señal del cordobés, en la coalición opositora persiste el clima de desconfianza y las tensiones se agravarán rumbo al cierre de listas de candidatos, el próximo 24 junio.
