Fuertes señales políticas del Gobierno en un solo día: anuncio del DNU y estreno del plan antipiquetes
Este miércoles fue, tal vez, el día de mayor tensión y mayor cantidad de señales políticas para el gobierno de Javier Milei desde su asunción. Por la tarde, la izquierda se movilizó a la Plaza de Mayo aunque sin cortar la emblemática avenida 9 de Julio y sin grandes enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, en el estreno del protocolo «antipiquetes» impulsado la semana pasada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Por la noche, el presidente anunció un mega decreto de desregulación económica que incluye la derogación y modificación de cientos de normas, sin pasar por el Congreso, algo que podría traer problemas tanto en terreno parlamentario como en el judicial.
Después de las advertencias oficiales en los últimos días de que aquellos que cortaban calles podían resultar detenidos o bien perder sus beneficios sociales, en caso de cobrar planes, la marcha piquetera de este miércoles reunió en la ciudad de Buenos Aires a un número de participantes significativamente menor del que se preveía. Si bien la concentración estaba prevista frente al Congreso de la Nación, para movilizarse luego hasta la Plaza de Mayo, el líder del PO Eduardo Belliboni cambió la convocatoria directamente al cruce de Avenida de Mayo y Bolívar, frente al Cabildo. La razón principal de la modificación se dio por un gran despliegue de las fuerzas de seguridad federales (Policía Federal y Gendarmería) y de la Policía de la Ciudad.
Bullrich, por su parte, siguió la movilización y despliegue de las fuerzas de seguridad desde el Departamento Central de la Policía Federal, mediante imágenes de video. A ella se sumó allí el presidente de la Nación, Javier Milei. «Con este nuevo Gobierno hemos iniciado una manera distinta de tratar con los permanentes piquetes, los permanentes cortes de calle que la Argentina viene sufriendo desde hace más de 20 años», celebró la ministra, luego de terminada la protesta.
Milei tenía previsto originalmente realizar el anuncio de su DNU de desregulación al mediodía. Finalmente, para evitar que quedara atravesado por la protesta, lo realizó a la noche por medio de una cadena nacional. El Presidente afirmó que, de este modo, se inicia el «camino de la reconstrucción» del país después de la «enorme crisis» heredada.
El DNU contiene medidas como la derogación de ley de Alquileres y de la ley de Abastecimiento, entre decenas de disposiciones. También incluye la derogación de leyes como la de Góndolas, Compre Nacional, observatorio de precios, las leyes de promoción de industrial y promoción comercial.
Acompañado por todos los miembros de su gabinete, el mandatario anunció la eliminación de normativas que «impiden la privatización de empresas públicas» y del «régimen de sociedades del Estado», para avanzar hacia la «transformación de todas las empresas del Estado para su posterior privatización». También se derogan leyes que regulan el funcionamiento de las empresas de medicina prepaga y obras sociales, empresas farmacéuticas, el sector turístico, registro automotor, clubes de fútbol, ley de tierras, modificación del código civil y comercial, y Aerolíneas Argentinas.
El decreto presidencial enfrentará pronto dos pruebas. Por un lado, en la Justicia, que deberá determinar si corresponde, teniendo en cuenta que la Constitución restringe los DNU a situaciones en las que esté limitada de forma extraordinaria el mecanismo para la sanción de leyes. El último intérprete de la Constitución es la Corte Suprema. Por otro lado, la prueba del Congreso, que debe determinar su validez o rechazarlo y el oficialismo está en clara minoría en ambas cámaras. Pero, hasta esos poderes se pronuncien, el decreto rige.
