La economía creció 2,9% en 2017, según las estimaciones del Gobierno

La economía creció un 2,9% en 2017, con un aumento en particular en el nivel de actividad del 0,7% en el cuarto trimestre respecto del tercer trimestre del año pasado. Así lo indican las cifras preliminares que maneja el equipo económico, que cree que este año se repetirá el «combo» de crecimiento económico y reducción de la inflación.
Si se confirmara este dato anual (en septiembre próximo, cuando se conozca la cifra definitiva), el Gobierno no deberá pagar en diciembre el cupón ligado al PBI por el crecimiento del año pasado. El flamante dato que está en los principales escritorios del Palacio de Hacienda es el del último trimestre del año pasado, que, con un crecimiento del 0,7% frente al tercero, se ubicó por debajo del 0,9% registrado en el tercero frente al segundo.
En los primeros nueve meses del año pasado, el crecimiento había sido del 2,5%, según informó el Indec .
La inversión fue la estrella del año pasado, con un crecimiento del 12% en el último trimestre y cercano al 9% en todo el año. En 2016, había caído el 5%. La actividad industrial exhibió un crecimiento en torno del 2%, luego de una caída del 4,4% registrada en 2016.
Para el equipo económico, el año pasado fue un buen año, por la combinación del crecimiento económico con una reducción de la inflación, del 40% al 24,8%, respecto del 2016-
Además, destacaron que se redujeron «la pobreza, la desigualdad y mejoró el nivel de empleo». Por otro lado, indicaron que, aunque la meta de inflación del 17% estuvo muy lejos de ser alcanzada, es necesario mantener el esquema de metas de inflación como un ancla en un sistema de tipo de cambio flotante y con un alto déficit fiscal. En este sentido, consideraron que no sería útil fijar la meta según los agregados monetarios, por la volatilidad de los mismos.
Este año se podría dar un crecimiento del 3% y una inflación del 18%, alejada de la meta del 15%, pero en un sendero descendente.
De este modo, se podría romper la «maldición de los años pares» , que determinó que la economía registrara una recesión en 2012, 2014 y 2016.
Por otro lado, las autoridades económicas reconocen que el problema más acuciante es el del creciente déficit de la cuenta corriente, que el año pasado se ubicó en el 4,6% del PBI.
Sin embargo, entienden que la secuencia para reducirlo es inevitable: brindar las condiciones para que aumente la inversión, esperar que estas maduren y que, finalmente, empiecen a generar divisas. En particular, creen que este mismo fenómeno se refleja en la balanza comercial, cuyo déficit atribuyeron al aumento de los precios de las materias primas energéticas y a la caída de las relacionadas al agro. En este sentido, destacan que si bien el aumento general de las exportaciones apenas fue del 1% en 2017, en el caso de las manufacturas industriales rondó el 10 por ciento.
FUENTE: La Nación