En cercaníasa del invierno llegan el frío,  las preocupaciones y dudas acerca de cómo calefaccionar la casa. Qué sistema implementar, a gas o eléctrico, cómo gastar poco, la losa radiante y sus mitos, o si tiene «fuerza» la energía solar, son algunas de las innumerables preguntas para responder y decidir cuál es la mejor opción según tu necesidad.

El gas y la electricidad son cada vez más caros y es muy importante plantear cómo pensamos mantener la temperatura de la casa, algo que  vale tanto en verano como en invierno, si tenemos en cuenta que la calefacción y la refrigeración, son primos hermanos.

Las alternativas más elegidas para mantener el calor en el hogar son las estufas a gas y en forma creciente, las eléctricas. Cada modelo satisface diversas necesidades y genera costos de lo más variados, que vale la pena conocer antes de invertir.

Una estufa que funcione en base a gas de 2500 kcal (calorías), requiere 0,27 m3 (metros cúbicos) por hora, lo cual implica un costo de $0,611; y una de 3800 kcal consume 0,41 m3 por hora, lo cual significa un costo de $0,9286.

Un aire acondicionado split frío/calor de 3.000 frigorías requiere 1,353 kw por hora, que con las tarifas actuales implica un costo de $0,822 por hora aproximadamente. Este sistema aunque efectivo en lo inmediato, es una de las calefacciones que menos «inercia» térmica ofrece y al apagar el aparato el ambiente se enfría rápidamente. De esta combinación, que el sistema más antieconómico es el caloventor, uno pequeño, promedio consume por hora dos kw (kilowatts) que con las tarifas actuales significa un costo de $1,2158 por hora.

Finalmente, más allá de la temperatura, hay otros factores que influyen en la climatización, como es la calidad del aire. En este sentido, la ventilación va a ser nuestro principal aliado para conseguir una calidad del aire adecuada, ya que permitirá limpiarlo de partículas nocivas para la salud. La ventilación de la casa se tendrá que realizar todos los días durante todo el año. La hora más adecuada para hacerlo es a primera hora de la mañana, ya que es cuando la calidad del aire exterior es mejor. Cuando la temperatura exterior sea la óptima, y no sea necesario usar sistemas de refrigeración o calefacción, las ventanas podrán mantenerse abiertas más tiempo sin ningún problema.