Justicia: el cambio al frente del Ministerio impacta en la interna y anticipa políticas más duras en un área sensible

Después de varios días de versiones, Alberto Fernández finalmente confirmó el cambio al frente del Ministerio de Justicia. Es incluso por el desenlace una movida con múltiples señales políticas. El Presidente buscó frenar la salida de Marcela Losardo, amiga personal de décadas y socia profesional, pero la funcionaria mantuvo su decisión de dejar el cargo, desgastada por las tensiones en un área especialmente sensible por la escalada del kirchnerismo duro para frenar las causas que involucran a Cristina Fernández de Kirchner y varios ex funcionarios.

El primer desafío para el Presidente es definir sin demoras al sucesor, para evitar la continuidad de especulaciones y operaciones que generan mayores costos porque lo exponen bajo presión de la interna, Por ahora, asoman las candidaturas de dos diputados: el rionegrino Martín Soria, kirchnerista duro, y el bonaerense Ramiro Gutiérrez, del Frente Renovador. No serían los únicos nombres, pero ninguno de los que circula es un “albertista”.

Alberto Fernández dijo que la saliente ministra está “agobiada” por las tensiones. Fue una manera de confirmar que lo que viene en ese terreno sería aún más complicado. Y reforzaría las hipótesis de un desgaste producido por una ofensiva sobre el Poder Judicial que no compartiría, al menos en toda su dimensión.

La semana pasada fue especialmente significativa. En su discurso ante la Asamblea Legislativa, el Presidente retomó algunos de los proyectos conocidos, como la reforma con eje en la justicia federal, y los cambios a la ley del Ministerio Público Fiscal. Y agregó otros, como el impulso a un tribunal que afecte funciones de la Corte Suprema y, después, la idea de una comisión bicameral para controlar a los jueces. Precisamente, Losardo salió a marcar los límites de esa comisión.

Después, al exponer ante la Cámara de Casación, la ex presidente fue vehemente en descalificar las causas que enfrenta y apuntó directamente a u na docena de jueces y fiscales.

Alberto Fernández dejó en claro, junto con la confirmación de la salida de Losardo, que en esta materia no deben buscarse diferencias entre él mismo y la ex presidente. Y volvió a cuestionar el papel de la Justicia y también de los medios.

En ese marco, la designación del nuevo ministro será un mensaje directo sobre la estrategia a desplegar para enfrentar lo que el oficialismo define como lawfare.