Especialistas miran más al déficit de cuenta corriente que al fiscal

Es «el gran punto débil de este modelo», definió Federico Furiase, de EcoGo (ex Estudio Bein),  al rojo que va camino a 4,3% del PBI para fin de año, «en la restricción externa está el Talón de Aquiles del gradualismo fiscal y las metas de inflación con la señal de la tasa de interés».
El déficit fiscal primario comenzó 2017 en 4,6% del PBI y, reducción mediante, promete terminar el año en torno al 4%, debajo de la meta oficial de 4,2%. En sentido contrario, el rojo de la cuenta corriente se fue incrementando y terminaría en un monto equivalente al 4,3% del producto. No es sólo el camino inverso de los déficits gemelos lo que va haciendo modificar en dónde poner el foco del problema a los analistas, sino la manera de abordarlos y los caminos trazados desde el Gobierno para afrontarlos.
Para Martín Kalos, de la consultora Epyca, la dificultad de fondo de la economía argentina es la restricción externa, es decir, la necesidad de dólares. «Para el déficit fiscal hay sendero para ir bajándolo, hay medidas que se están tomando para disminuirlo», sostuvo. Agregó que difiere de la postura del Gobierno en cuanto al financiamiento externo, que sea sólo para abastecer de fondos a la economía en medio del sendero de achicamiento del déficit fiscal. «Dicen que en 2022 se estabiliza el nivel de deuda en relación del PBI y no se endeuda más; pero eso supone que la búsqueda de fondos es sólo por el déficit fiscal, y no a necesidad de dólares de la economía argentina», identificó.
Fuente: El Cronista