Expectativa y tensión política: el Presidente habla ante la oposición, la Corte y el oficialismo en el Congreso

Expectativa y tensión política: el Presidente  habla ante la oposición, la Corte y el oficialismo en el Congreso

Alberto Fernández inaugura este miércoles el 141° período de sesiones ordinarias del Congreso, el último de su Gobierno -al menos de esta gestión- en un contexto marcado por la interna oficialista, la ofensiva contra la Corte Suprema y un clima de máxima tensión con la oposición. El Presidente estará acompañado por Cristina Kirchner, un reencuentro atravesado por las presiones del kirchnerismo para que el mandatario baje sus pretensiones de reelección.

El Presidente terminó de pulir en la noche del martes su discurso. En lo formal, se espera que realice un repaso de su gestión, intente destacar lo que considera logros económicos, en avances de obra pública, ciencia y tecnología y políticas de género. Además, buscaría utilizar el dato de los 40 años ininterrumpidos de democracia que la Argentina cumplirá en el 2023 para dar algún tipo de mensaje de «unidad» a la política, pero también sobre las deudas.

En la oposición daban por hecho que el mandatario volverá a hablar de la «herencia» recibida del Gobierno de Mauricio Macri, y los efectos de la pandemia y la guerra, junto con críticas a quienes llama impulsores del “desánimo”.

El año pasado, durante la Asamblea Legislativa 2022, los legisladores del PRO llegaron a levantarse de sus bancas y a retirarse del recinto, luego de que Alberto Fernández criticara a la administración de Cambiemos y reclamara a la Justicia investigar el endeudamiento de la gestión macrista. Se esperaban fuertes cruces antes, durante y luego del acto de este miércoles.

Mientras el oficialismo sostiene el juicio político contra la Corte Suprema en Diputados, el Presidente reiteraría un tópico que ha sido mencionado en sus tres anteriores discursos ante el Congreso: el funcionamiento del Poder Judicial y la necesidad de reformarlo.

El máximo tribunal dejó su propia señal en las últimas horas. De la Asamblea solo participarán Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, presidente y vice de la Corte, en representación de sus cuatro integrantes.

Pero sobre todo, los ojos de la política estarán puestos en la señal que pueda dejar Alberto Fernández para la interna del oficialismo, y la actitud que adoptará Cristina Kirchner. La Vicepresidenta será la encargada de los rigores formales del acto y de recibir al mandatario en la explanada del Palacio Legislativo de la avenida Entre Ríos, para luego escoltarlo al salón Azul del Senado, donde se realiza la firma del libro de actas. A menos que haya un cambio de último momento, se sentará a su lado durante el discurso.

Las especulaciones giran en torno de la situación judicial de Cristina Kirchner. En el Gobierno, evitaban confirmar si finalmente el Presidente hablará de la supuesta “proscripción” a la que la Justicia y la política la estarían sometiendo, según reclama todo el arco kirchnerista.

Alberto Fernández volvió a salir debilitado de la interna en las últimas horas. Los movimientos sociales que
integran el oficialismo decidieron enviar «una delegación mínima» para acompañar desde la calle el discurso presidencial, en vez de realizar una movilización fuerte como pretendía el mandatario.

En pleno ordenamiento electoral, el Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie y la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) buscan no quedar envueltos en el proyecto albertista de posicionar al jefe de Estado como candidato natural a la reelección, como ha hecho el peronismo históricamente, hasta ahora.