El oficialismo vuelve a apostar por una foto de unidad y sale a confrontar fuerte con Juntos por el Cambio

El oficialismo vuelve a apostar por una foto de unidad y sale a confrontar fuerte con Juntos por el Cambio

El oficialismo vuelve a apostar por una foto de unidad, con la expectativa de alinear efectivamente a los distintos espacios detrás de Sergio Massa y en base a una “estrategia” de campaña que intenta confrontar con la pelea de Juntos por el Cambio, camino a las PASO. Este 9 de Julio, esa decisión debería ser coronada con el acto por el gasoducto Néstor Kirchner, en Salliqueló. Si todo sale bien, se mostrarían juntos el ministro y candidato, Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández. Quedan dudas sobre los discursos y el mensaje, hasta gestual, que expondría la ex presidente.

A pesar de las tensiones en su primera línea, Unión por la Patria trabaja para presentar los máximos niveles de consenso interno detrás de la fórmula que integran Massa y Agustín Rossi. En esa línea se anotaron los principales jefes de la CGT, los movimientos sociales oficialistas y los gobernadores peronistas, que demandan campaña unificada para evitar fisuras en sus distritos.

De todos modos, es un interrogante qué puede ocurrir con Juan Grabois, que apuesta a canalizar el voto del kirchnerismo duro disgustado con la lista de Massa, a quien califica como representante de la “derecha”. En las últimas horas, Grabois sostuvo que “hay un intento de negación de la Interna” y ratificó sus cuestionamientos al ministro de Economía.

El oficialismo en general parece desconocer esa disputa, aunque no queda claro el juego de CFK. Hay especulaciones sobre la intención de darle oxígeno para evitar una pérdida de votos de algunas franjas de votantes kirchneristas.

La exposición más abierta sobre la intención de jugar imágenes contra JxC fue dada por la portavoz Gabriela Cerruti. Dijo que el nivel de interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich “hace daño a la democracia”. Y como contracara habló de la lista de “unidad” en el oficialismo, cuyas batallas provocaron cambios en el gabinete y afectaron la imagen presidencial.

El Gobierno, entre tanto, confía en cierta desaceleración de precios, a la vez que intenta avanzar en las negociaciones con el FMI. Por lo pronto, postergó los vencimientos de julio hacia fin de mes, al igual que lo hizo en junio. Y dilató el envío de funcionarios a Washington, a la espera de avances en las conversaciones.