El mes pasado, la caja del Estado volvió a estar en rojo

El mes pasado, la caja del Estado volvió a estar en rojo

Por la sequía, el déficit primario de febrero llegó a $228.134 millones

En tanto, el rojo financiero fue de $485.590,9 millones; la recaudación, afectada por la caída de impuestos al comercio exterior

El déficit fiscal primario –es decir, aquel que no considera los servicios de deuda– alcanzó los $228.134 millones en febrero, equivalentes a un 0,13% del PBI. El déficit financiero, en tanto, fue de $485.590,9, monto que toma en cuenta los intereses de deuda, que alcanzaron los $257.456,9.

Según el Ministerio de Economía, los números de febrero en materia de déficit primario se explican “luego de profundizar el incremento en la inversión pública y continuar siendo afectado por la caída en tributos del comercio exterior ante la grave sequía”.

Cabe destacar que, de acuerdo con estimaciones privadas, el país dejaría de recibir hasta US$18.000 millones por parte del sector agropecuario, variable que la Secretaría de Hacienda atribuye como principal causa del rojo fiscal registrado el mes pasado.

En cuanto a los ingresos, sin tomar en cuenta los provenientes del comercio exterior, alcanzaron el 105,1% interanual, mientras que los recursos totales solo crecieron 85,6%, afectados principalmente por las inclemencias climáticas que afectan al corazón productivo de la Argentina. “En el periodo de referencia, los ingresos totales del sector público nacional ascendieron a $1.570.391,1 (+85,6 % interanual). La magnitud del impacto de la sequía redujo los derechos de exportación en un 45% interanual y se estima que la pérdida de estos alcanza los $200.000 millones durante el primer bimestre”, explicaron en la Secretaría de Hacienda. Y agregaron: “Los ingresos tributarios vinculados a la actividad económica crecieron 107,2% interanual por el lado del IVA neto de reintegros y 99,3% interanual por el lado del impuesto a las ganancias.

Seguridad social

Mientras tanto, las contribuciones a la seguridad social crecieron 106,9% interanual”. Respecto del gasto primario, se estima que alcanzó los $1.798.525,1 millones y presentó una suba de 95% interanual. Al mismo tiempo, el gasto de capital creció 246,6% interanual frente a febrero de 2022, marcando una aceleración sostenida de la inversión pública asociada a obras de infraestructura energética, vivienda y transporte. “Si bien la evolución de los gastos primarios refleja la prudencia de la administración fiscal durante el primer bimestre de 2023, la caída en la recaudación de derechos de exportación medida en dólares a valores cercanos a la mitad de lo recaudado en 2021 y en 2022 para el mismo periodo y la caída estimada respecto del volumen de producción agropecuaria dan cuenta de la severidad del impacto de la sequía en las cuentas públicas”, agregaron desde la cartera.

Nadín Argañaraz, titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), afirmó: “Los ingresos totales tuvieron una variación interanual real negativa de 8,3%, mientras que los ingresos tributarios cayeron un 11,2% real. Por el lado del gasto primario, este bajó un 3,7% interanual real. De los ingresos y gastos, surgió un déficit fiscal primario de $228.134 millones, equivalentes a un 0,13% del PBI”.

Ingresos totales

“En lo que va del año, los ingresos totales cayeron un 5,7% real interanual, mientras que el gasto primario aumentó un 1,36% interanual real. Como resultado, el déficit acumulado en el primer bimestre ascendió a 0,25% del PBI. Dado que la meta del Fondo Monetario Internacional para todo el año es de 1,9% del PBI, el Gobierno tendrá que registrar un déficit del 1,65% del PBI en los próximos 10 meses”, precisó el economista.

Y consideró: “Hubo una muy importante caída de los derechos de exportación, como era lógico suponer, con impacto pleno en las arcas del Tesoro nacional. La importante reducción real del gasto no logró compensar la gran caída real de ingresos, dejando como resultado un aumento del déficit respecto de igual período de 2022. El cumplimiento de la meta requiere la generación de nuevos ingresos, una mayor reducción real del gasto o una combinación de ambos”.

Fuente: La Nación