El Gobierno anunció el ajuste y abre una temporada difícil de negociaciones en el Congreso, con la grave crisis como telón de fondo

El Gobierno anunció el ajuste y abre una temporada difícil de negociaciones en el Congreso, con la grave crisis como telón de fondo

Finalmente, 48 horas después de la asunción presidencial, el Gobierno anunció las primeras medidas de ajuste. Aunque con escasos detalles sobre tiempos y modos en las que se concretaran algunas de ellas y con un anticipo preocupante sobre el nivel de inflación que se viene para los próximos meses, el ministro de Economía, Nicolás Caputo, informó la primera hoja de ruta, devaluación incluida, y anticipa proyectos de reforma a un Congreso que ya se prevé difícil para la nueva administración libertaria.

El flamante ministro anunció la reducción al mínimo de las transferencias discrecionales a las provincias (que habrá que ver cómo cae entre los gobernadores, que tienen fuerte poder de fuego en suelo parlamentario), la suspensión de la obra pública, la reducción de los subsidios a las tarifas de energía y al transporte (aunque no aclaró de qué forma) y la suba del tipo de cambio oficial a $800, con un aumento del impuesto PAIS a las importaciones y a las retenciones de las exportaciones no agropecuarias, algo que tampoco fue demasiado precisado.

Adicionalmente, el Gobierno dejó trascender que enviará al Congreso un proyecto de ley para revertir la virtual eliminación del pago del impuesto a las Ganancias a los empleados de sueldos más altos (impulsada por Sergio Masssa durante la campaña, pero que el propio Milei había acompañado desde su banca como diputado) y lograr un adelantamiento del impuesto a los Bienes Personales. También buscaría suspender la vigencia de la actual fórmula de actualización de jubilaciones y pensiones y reemplazarla por aumentos por decreto, como hizo Alberto Fernández en el comienzo de su gestión.

El Ejecutivo libertario busca así hacer crecer la recaudación en 2 puntos del PBI, para que, sumados a los 3 puntos que espera reducir con los recortes anunciados por el ministro Caputo, llegar a cubrir 5 puntos de gasto y conseguir equilibrar las cuentas del Estado.

Se prevé que Milei convoque en las próximas horas a sesiones extraordinarias para empezar a tratar el paquete de reformas, que irá más allá de lo estrictamente económico. La Libertad Avanza no llega cómodo al Congreso: tiene apenas unos 40 bancas propias en la Cámara Baja y solo 7 en la Cámara Alta, donde, por otra parte, este mismo miércoles buscará, con apoyo de toda la oposición con excepción del PJ, designar a las nuevas autoridades parlamentarias que hasta ahora el kirchnerismo bloqueaba.

Como en este caso, el nuevo oficialismo deberá negociar en ambas cámaras mayorías circunstanciales para poder avanzar en las próximas semanas y meses con el paquete de reformas que envíe el Ejecutivo. La oposición de Juntos por el Cambio y un sector del peronismo no alineado con el kirchnerismo prometió colaborar y dar gobernabilidad siempre que no se envíen proyectos anticonstitucionales, que vayan contra las instituciones o que atenten contra la economía de las provincias.

Los gobernadores, como se dijo, tienen peso relevante en el Congreso: algunas decisiones como la limitación de las transferencias o la obra pública afectarán a sus distritos, pero, por otra parte, la restitución del pago de Ganancias les permitiría recuperar parte muy importante de lo que hasta ahora recibían por coparticipación. Es todo para la mesa de conversaciones.

Comienza una temporada intensa de negociaciones fuera y dentro del parlamento y, como se encargó de anticipar el propio ministro Caputo, meses complejos para la economía argentina y para el poder adquisitivo por el salto inflacionario.