El GD30 cae, pese al uso de las reservas del BCRA

El GD30 cae, pese al uso de las reservas del BCRA

Febrero no fue un buen mes para la deuda pública en dólares. El GD30, el bono «estrella» utilizado por el gobierno para recomprar deuda, ya retrocedió un 16% en el mes y tocó su menor valor desde el máximo alcanzado antes del anuncio del ministro Sergio Massa.

El viernes pasado, este título cerró en US$ 31,47, por debajo de los US$ 34,66 que había registrado el 17 de enero previo a la decisión del ministro de Economía de salir al rescate de los bonos.

El plan de Massa era adquirir US$ 1.000 millones para bajar el riesgo país, abaratar el costo del financiamiento externo y contener la corrida sobre el dólar.

Desde entonces, según confirmaron fuentes oficiales, el Banco Central destinó US$ 520 millones de sus reservas a ese fin. La medida contribuyó a estabilizar los dólares financieros en febrero, con una reducción de la brecha cambiaria al 90% en las últimas ruedas, pero no cumplió con el objetivo de mejorar los precios de los bonos ni de conseguir una reducción del riesgo país, el indicador de JP Morgan que mide el sobrecosto de la deuda argentina.

«En la semana las acciones se movieron con volatilidad y los títulos “Hard dollar” mostraron fuertes bajas durante jueves y viernes de la mano de la tendencia global en la deuda soberana. De esta manera los precios de los bonos globales ya se ubican un

El Banco Central ya destinó US$ 520 millones de las reservas a la recompra de deuda 15% por debajo del máximo observado el día del anuncio de la recompra de bonos. Simultáneamente, el riesgo país ya superó nuevamente los 2.000 puntos básicos», señaló un informe de Delphos.

Bonos soberanos

Por otra parte, la fuerte caída de los bonos soberanos alentada por la suba de tasas de interés a nivel global encarece el costo del crédito (Repo) que se negocia con bancos extranjeros por US$ 1.000 millones por hasta dos años.

Ese financiamiento requiere la entrega de bonos en garantía por parte del Gobierno, con el compromiso de recomprarlos, pero el retroceso de las cotizaciones hace que Argentina deba garantizar cada vez más una mayor cantidad de títulos.

«Si el objetivo era impulsar aún más los precios de la deuda soberana hard dollar para poder acceder a un repo entregando una menor cantidad de nominales en garantía, este objetivo fracasó. Hoy los precios son menores que previo a la recompra de deuda y, por ende, si se quisiera acceder a un repo poniendo estos títulos en garantía la condición del repo actual es incluso peor que la previa al anuncio de recompra», señaló Juan Pablo Albornoz, economista de Invecq.

El contexto global

En ese contexto global adverso, el Gobierno redujo el ritmo de compra de bonos en febrero luego de la reprobación del Fondo Monetario a principios de mes al uso de reservas para dicho fin y el cuestionamiento casi de inmediato de los dirigentes de Juntos por el Cambio por considerarla una medida «improvisada y dudosa», en medio de una brecha cambiaria en torno al 90% y la escasez de escasez de dólares para la compra de los insumos importados que requieren los productores locales.

El Gobierno, en cambio, habría logrado un ahorro en la deuda en dólares. Si bien el GD30 vence en 2030, el 9 de julio de 2024 comienza a amortizar capital y son dólares de los que se hará el Tesoro por ser tenedor del bono.

«Si el objetivo era mejorar el perfil de vencimientos de deuda en moneda extranjera, recomprar deuda a más menos 35 centavos por cada dólar que promete pagar en el futuro, la recompra de deuda cumplió su propósito», dijo Albornoz.

El problema es que se trata de una mejora a futuro que implica el sacrificio presente de dólares en un momento delicado para el Central. Con una oferta reducida del agro, en la semana vendió US$ 470 millones y acumula ventas por más de US$ 1.100 millones en el año, mostrando el peor arranque desde que se tiene registro en 2003. Así, las reservas netas muestran una caída superior a los US$ 4.800 millones en el año, según los cálculos de Ecolatina.

Fuente: Clarín