El descongelamiento de precios llevaría la inflación al 3,7%

El descongelamiento de precios llevaría la inflación al 3,7%

Empujada por subas en productos estacionales como el tomate y otros alimentos. Incide turismo y prepagas.

En prepagas. El ajuste en este sector abarca a todo el rubro salud. Hay otros servicios que también suben.

Por el descongelamiento de precios, la mayor demanda de turismo en verano y los aumentos en algunos rubros regulados, los analistas esperan en promedio una inflación del 3,7% en enero. Las estimaciones privadas anticipan así un nivel elevado para el primer mes del año, después del 3,8% de diciembre, y un piso para el año superior al 50,9% registrado en 2021.

Uno de los capítulos que habría incidido es la aceleración de los alimentos. En la segunda semana de enero, EcoGo registró en su relevamiento una suba del 2,3% respecto de la semana previa, el alza semanal más pronunciada desde mediados de julio. Con ese dato, la inflación de alimentos treparía al 4,7% mensual.

La consultora atribuyó el fenómeno a dos factores. Por un lado, el fin del congelamiento de precios y el relanzamiento de Precios Cuidados, una canasta de 1.321 productos de consumo masivo con aumentos mensuales del 2% en promedio. Y, por otro, el incremento en las prepagas,
peajes, telefonía fija, internet, televisión, VTV y estacionamiento medido.

“Hasta la segunda semana, la suba estimada es del 3,6% mensual, levemente menor a la de diciembre, pero sigue siendo elevada. No baja la dinámica con precios núcleos que siguen altos. Y este mes no hay muchos aumentos de regulados, salvo salud. La inflación seguirá siendo fuerte en el trimestre, del 4% mensual en promedio”, dijo Sebastián Menescaldi, director asociado de EcoGo.

Dentro de alimentos, la carne vacuna revirtió su tendencia al alza, pero no fue suficiente para contrarrestar la fuerte suba en fiambres y conservas. También destacaron los panificados, cereales y pastas, por las subas en el pan fresco; mientras que las frutas subieron con fuerza y las verduras se mantuvieron en línea con la semana previa. La excepción fue el tomate: en algunos lugares el kilo llegó a $500.

El otro rubro que podría haber impactado en el índice de precios es el turismo, en medio de la mayor demanda después de las restricciones del año pasado, el encarecimiento de los viajes al exterior por la prohibición del pago en cuotas y las limitaciones para absorber una mayor cantidad de turistas internos en uno de los sectores más golpeados por la pandemia.

“Estamos viendo una inflación por encima del 4%, mas cerca de 4,5%. Turismo está liderando por un tema estacional, aunque más fuerte que otros años, el aumento de prepagas impacta en salud, y alimentos y bebidas algo menos que en diciembre, aunque frutas y verduras vienen aumentando más”, dijo María Castiglioni, directora de C&T.

Si bien varias consultoras por ahora no ven una aceleración de la inflación, la economista advirtió que sí lo está observando en alimentos y bebidas fuera del hogar y restaurantes, lo que en parte alimenta la “inflación núcleo”. Esto es aquellos precios que muestran una inercia estructural, al prescindir de factores estacionales, volátiles y regulados. En diciembre, fue del 4,4%.

Ecolatina observó una desaceleración de la inflación en la primera quincena de enero (2,6%), pero espera un cambio en la segunda parte del mes. “Por un lado, hubo factores estacionales a favor, como turismo e indumentaria, pero en la segunda quincena esperamos una aceleración y la inflación terminaría en torno al 3% en el mes”, dijo Agostina Myronec, economista de la consultora.