El Congreso vuelve al centro de la escena frente a la ofensiva de Milei, que también impacta en el terreno sindical

El Congreso vuelve al centro de la escena frente a la ofensiva de Milei, que también impacta en el terreno sindical

La primera semana del año abre en sentido político con el foco puesto en el Congreso, frente a la ofensiva de Javier Milei. El Presidente volvió a cargar sobre los legisladores, a los que le reclama avanzar sin demoras con el tratamiento del mega proyecto de ley. El proyecto debe atravesar la prueba inicial de Diputados, donde el nuevo oficialismo tiene que acelerar las negociaciones para lograr, antes que nada, la integración de las comisiones necesarias para tratar la iniciativa. En paralelo, además, está planteada la primera disputa con los jefes sindicales, que después de más de cuatro años decidieron convocar a un paro de 12 horas con movilización callejera.

Los voceros del Gobierno insisten con que el amplio proyecto debería estar aprobado antes del 31 de enero, cuando concluirían las sesiones extraordinarias, según la convocatoria presidencial. Sin embargo, en medios del oficialismo se deja ver que si las conversaciones son encaminadas, podría extenderse esta etapa hasta marzo.

En su mensaje de fin de año, Milei apuntó otra vez contra los legisladores que se oponen de manera total o parcial al proyecto, en un contexto ya complicado por el DNU. El Presidente sostuvo que los diputados y senadores deben optar entre un modelo empobrecedor y el cambio que él propuso en campaña y ratificó ahora. Dijo que si no es aprobado el mega proyecto, la sociedad enfrentaría una verdadera “catástrofe económica”.

En ese contexto, LLA también buscará avanzar con el proyecto de Boleta Unica de Papel, que fue aprobado hace meses en Diputados y quedó frenado en el Senado por el rechazo del Frente de Todos. Para poder aprobar el texto, sin modificaciones, el oficialismo debería reproducir la amplitud de la negociación con un conjunto de fuerzas que le permitió aprobar autoridades del cuerpo y derrotar de ese modo al kirchnerismo.

Por lo pronto, empiezan a perfilarse posiciones frente al mega proyecto del Gobierno, que incluye una amplia delegación de facultades legislativas al Presidente. La oposición dura, del PJ-K, ya anticipó rechazo total. Mientras que en los bloques más “colaborativos” molestaron especialmente el punto de la delegación legislativa y las críticas presidenciales a todos los legisladores, parte del plan libertario de enemistar con “la gente” incluso a los sectores que mostraron predisposición para acompañar leyes en el parlamento.

El proyecto se denomina «Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos». El texto, de 664 artículos desplegados a lo largo de 351 páginas, contiene una amplia reforma electoral, cambios impositivos, un blanqueo, más retenciones, más límites a las protestas y consecuencias legales para quienes corten calles, así como mayores penas por intimidación o resistencia a la autoridad y mayor amplitud al criterio de «legítima defensa». Declara la emergencia pública hasta el 31 de diciembre de 2025 –prorrogable por dos años a simple criterio del Ejecutivo- que habilita al Gobierno a privatizar las empresas estatales y suspende la ley de movilidad jubilatoria.

Por otra parte, Milei enfrenta una primera carga de la CGT, que declaró un paro de 12 horas con movilización para el 24 de enero. El sindicalismo peronista apunta contra el DNU en general, pero los temas que más le inquietan son las medidas que refieren a su peso actual. En ese plano, se destaca el fin de los aportes obligatorios a los sindicatos y el manejo de fondos para las obras sociales.