El Congreso se reconfigura y las divisiones obligarán al equipo del nuevo presidente a negociaciones amplias e intensas
En un anticipo de lo que se viene en los próximos meses, se viven días intensos en suelo parlamentario. Los distintos bloques y espacios que integran el Senado y Diputados mantuvieron múltiples reuniones en las últimas horas en las que se definieron sus reacomodamientos, de cara a la jura de los nuevos legisladores y a la nueva conformación de ambas cámaras del Congreso, que este jueves deberían elegir también a sus nuevas autoridades. Pero más allá de los bloques que queden definidos formalmente, cada espacio estará atravesado por sus propias internas, con diferencias muy marcadas respecto a cómo pararse ante el nuevo gobierno de Javier Milei, que estará obligado a negociaciones intensas, muy amplias y constantes.
En la Cámara Baja, La Libertad Avanza comenzará su gobierno con 37 diputados. El Frente de Todos (FdT)/Unión por la Patria ratificó que, con 105 miembros, continuará como la bancada con mayor cantidad de diputados de la Cámara, y que el santafesino Germán Martínez seguirá siendo el presidente del bloque, aunque acompañado de una mesa de conducción que integre a distintos sectores: kirchnerismo duro, legisladores alineados con gobernadores, massismo y diputados sin dirigentes nacionales de referencia.
En cuanto a Juntos por el Cambio, que no definió hasta ahora la posibilidad de continuar como interbloque, se logró evitar al menos la ruptura de los bloques fundacionales: el PRO y la UCR, que en los días previos vivieron momentos de convulsiones internas, por ahora se mantendrán unidos.
El bloque Frente PRO ratificó a Cristian Ritondo como presidente. La bancada «amarilla» tendrá 40 integrantes, pero internamente convivirán sectores con claras diferencias: el macrismo, un ala alineada con Patricia Bullrich -que será parte del Ejecutivo- y un ala más moderada que rechaza cualquier posibilidad de cogobierno con los libertarios.
Por otra parte, el radicalismo logró su unificación entre la bancada de la UCR oficial y Evolución Radical, y será presidido por el cordobés Rodrigo de Loredo, tras la fractura que se había producido anoche entre un sector del radicalismo alineado con cuatro de los cinco gobernadores del partido y otro que responde a Facundo Manes y el jujeño Gerardo Morales -que critican y criticaron con dureza a Milei y buscan tener la mayor distancia posible con el libertario.
La tercera fuerza derivada de lo que es JxC será el bloque Cambia Federal, que presidirá Miguel Pichetto, diputados que responden a mandatarios del PRO, y los dialoguistas Emilio Monzó y Nicolás Massot, entre otros. Por otra parte, la Coalición Cívica, con sus seis integrantes, se declaró «autónoma» y dispuesta a discutir «ley por ley».
El resto de las fuerzas de la Cámara baja son Interbloque Federal (8); Provincias Unidas (6); Ser Santa Cruz (2) y la Izquierda (5).
En el Senado, en tanto, Unión por la Patria (UxP) podría reunir una bancada de 33 legisladores -cerca del quorum de 37- y mantener la primera minoría, con la jefatura ratificada para el formoseño José Mayans. Juntos por el Cambio, aún negocia mantenerse unida; si así ocurriera, se trataría de la segunda minoría, con 24 integrantes, aunque tanto el PRO como la UCR tienen sus propias diferencias internas, siempre de un modo más ordenado que sus correligionarios de Diputados.
La bancada oficialista –La Libertad Avanza- tendrá 7 miembros; y otros espacios minoritarios de la Cámara Alta sumarán 8, para completar los 72 senadores.
En ambos Cámaras, el nuevo gobierno de Milei deberá negociar intensamente no solamente con cada bloque parlamentario sino con cada sector interno en esas bancadas que, en muchos casos, tienen posturas contrapuestas.
