El blue y el plazo fijo pierden contra la inflación

El blue y el plazo fijo pierden contra la inflación

En el entrenamiento para enfrentar a los medios que reciben en Argentina los ministros de Economía o aspirantes, seguro que hay una lección dedicada a no dejar frases para la historia.

O bien, no ofrecer materia prima para «memes» ni zócalos de TV.

Hay decenas de esas frases en la memoria de los argentinos, y en el top tres debe aparecer «el que apuesta al dólar pierde» dicha por el ex Ministro Lorenzo Sigaut horas antes de sepultar la era de la «plata dulce» que se estiró desde 1977 hasta el 31 de marzo de 1981, durante la gestión de José Alfredo Martínez de Hoz. La historia que siguió a esa afirmación de Sigaut es conocida. El que perdió, y feo, fue el que apostó al peso.

La puja «tasa de plazo fijo versus dólar» está arraigada en el pequeño inversor argentino desde aquellos tiempos, y antes también. ¿Pero será verdad que el dólar le gana siempre al peso’. Casi siempre sí, pero también depende de en qué momento se saque la foto. Desde enero de 2022 hasta hoy. Es decir casi 20 meses. Durante ese período, el que apostó al peso ganó y perdió. Pero en la comparación entre el primer día y el último, está ganando. El ejercicio se hizo tomando como capital inicial $ 100.000 pesos. El primer día hábil de enero del año pasado, con esos pesos se podían comprar 480,77 dólares en el mercado blue.

En el ejemplo, e lugar de comprar dólares, se colocaron esos pesos a plazo fijo a 30 días a la tasa de interés regulada por el Banco Central. Y se reinvirtió mes tras mes el capital más los intereses obtenidos. Párrafo aparte.

Desde aquellos meses hay un objetivo concreto del Banco Central: que las tasas de los plazos fijo sean positivas, es decir que le ganen a la inflación.

Se intentó, pero no alcanzó, como se verá más adelante.

De modo que la suma depositada crecía lógicamente mes a mes, aunque desde ya también se movía el dólar blue.

Como se puede ver en la infografía, apostar a la tasa que pagaban los pla zo fijo fue muy conveniente hasta junio de 2022. Ese «carry trade» llegó a dar una ganancia real de 19,6% en apenas cinco meses. Es decir, si en ese momento se retiraba el dinero del banco, se compraba casi 20% más de dólares que en enero de ese año.

Luego vino la disparada del dólar que gatilló la renuncia de Martín Guzmán, su reemplazo por Silvina Batakis y la llegada de Sergio Massa en agosto de ese año.

Aquella ganancia de casi 20% en dólares se convirtió en una pérdida del 5% en agosto. Esto es, el dinero depositado en el banco compraba 5% menos de dólares que aquellos US$ 480,77 de principios de año.

Durante la gestión Massa se intercalaron ganancias y pérdidas -en dólares- para este plazo fijo imaginario iniciado en enero de 2022.

Hay que recordar que el Banco Central fue subiendo la tasa a medida que se incrementaba la inflación. En enero de 2022 un plazo fijo rendía una tasa mensual del 3% y hoy casi 8%.

La conclusión, comparando la situación de enero de 2022 con la de hoy es que con el dinero acumulado en el plazo fijo se pueden comprar 524 dólares, es decir un 9% más de dólares que los que teníamos al principio del ejercicio. Es decir que, al menos en esta foto, el que apostó al dólar blue perdió. Aunque la verdad es que tanto el plazo fijo como el dólar corrieron detrás de la inflación.

Es que el capital en pesos subió 173%, el precio del dólar blue subió, en pesos, 150%, pero la inflación punta a punta fue de 182%.

Un dato adicional: el índice MerVal medido en dólares contado con liqui, se quedó atrás de todo: subió en este período 112%.

Para ganarle a la inflación lo más seguro -con el diario del lunes- fueron los plazo fijo ajustables por UVA, que rinden la inflación más un pequeño interés. Tienen la contra de que son colocaciones a plazos de al menos 90 días. Y en 90 días pueden pasar muchas cosas.

Fuente: Clarìn