Con el discurso presidencial como telón de fondo, se abre el juego para medir las chances reales del pacto político

Con el discurso presidencial como telón de fondo, se abre el juego para medir las chances reales del pacto político

Después del discurso de Javier Milei ante el Congreso y tras las primeras reacciones opositoras, esta semana abrirá el juego para para medir la real voluntad de encarar el camino de un pacto político. Desde el Gobierno, dejaron trascender que los encargados directos de definir el camino serán el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y los ministros Luis Caputo y Guillermo Francos. Los contactos serán en primer lugar con los gobernadores, colocados en el centro de tratativas que incluyen aspectos fiscales de interés para las provincias.

El llamado Pacto de Mayo” debería ser precedido por un entendimiento basado en dos puntos centrales: el núcleo de la Ley Omnibus -que en algunos capítulos habría logrado avances en Diputados antes de la caída del proyecto- y el paquete fiscal, que había sido bajado en ese proceso legislativo y que adeuda también una revisión de Ganancias.

La convocatoria al pacto, con fecha y lugar definidos –el 25 de Mayo, en Córdoba-, incluyó una decena de puntos, cuyos títulos en general son aceptados por la oposición “dialoguista”, aunque con recelos sobre su “letra chica” y, sobre todo, acerca de la negociación previa referida.

Las propuestas del “Pacto de Mayo” van desde el respeto a la propiedad privada y un compromiso de equilibrio fiscal, a reformas laboral y previsional, además de la rediscusión de la coparticipación federal. Ese último es un tema que nunca fue abordado, a pesar de que así lo reclama la Constitución Nacional.

Un acuerdo fiscal

Desde el Gobierno, y antes Milei a pesar de la dureza del discurso, se menciona la necesidad de un acuerdo fiscal y a la vez de respaldo a las reformas centrales planteadas en la Ley Omnibus. Los gobernadores, en general, se expresaron abiertos a la convocatoria, sin abandonar reclamos por una mejora de ingresos coparticipables, el manejo de las partidas discrecionales y el recorte de algunos fondos específicos.

El peronismo duro y alineado con el kirchnerismo se dispone a una disputa abierta, con Axel Kikcillof como principal referencia territorial y el núcleo de los bloques de diputados y senadores, con acompañamiento de jefes sindicales.

En su discurso ante la Asamblea Legislativa, Milei había cargado otra vez sobre la “casta” en general y, a diferencia de otras veces, fue especialmente duro con la gestión de Alberto Fernández.

Mencionó con nombre propio a Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa y Máximo Kirchner, además de sindicalistas como Pablo Moyano. Y destacó que asumió en un contexto marcado por una deuda al borde del default, un enorme déficit, problemas con los precios relativos, brecha significativa con el dólar y enorme emisión monetaria.

El Presidente incluyó algunos dardos al resto de la oposición, por la caída de la Ley Omnibus, y a los gobernadores por las tensiones de las últimas semanas. De todos modos, en el final del discurso y después de señalar que busca evitar la confrontación pero está dispuesto a la batalla si traban sus propuestas, propuso el «Pacto de Mayo» y anunció tratativas con gobernadores y jefes de los principales espacios políticos.