Brasil pidió a las fábricas que produzcan un «auto popular»

Brasil pidió a las fábricas que produzcan un «auto popular»

Es una idea del presidente Lula Da Silva. Habrá incentivos para las marcas que acepten. El Estado fijará las características técnicas.

La búsqueda de un nuevo «auto popular» se posicionó esta semana como uno de los principales temas en la agenda para la industria automotriz y el gobierno de Brasil. Margarete Gandini, directora del Departamento de Desarrollo de la Industria de Alta-Media Complejidad Tecnológica del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDIC), confirmó que por parte del gobierno de Lula Da Silva ya se iniciaron estudios para definir las condiciones para que el país fabrique vehículos más baratos.

La intención de Lula es facilitar el acceso de la población a los autos 0km y potenciar los volúmenes de producción y venta del sector. Gandini participó en el 4º Encuentro de la Industria de Autopartes, realizado esta semana en São Paulo. La funcionaria reveló que los estudios para el nuevo «auto popular» existen, pero faltan definir las características técnicas de los vehículos y los incentivos oficiales. Uno de los estudios internos hechos por el MDIC puso el foco en la emisión de CO2: una de las condiciones para acceder a los incentivos fiscales será que estos vehículos funcionen sólo con etanol (alcohol), como forma de acelerar la «descarbonización de Brasil».

Estamos tratando de reunir algunos elementos

«Y hemos consultado a los fabricantes de automóviles sobre algunos puntos. Pero, por ahora, las diferentes empresas de la industria aún no definieron si participarán de este proyecto. Aunque el tema está en discusión, es necesario lograr un modelado factible, y no podemos cerrarlo todavía, pero estamos haciendo simulaciones internas para ver qué es posible. Las emisiones de CO2 son una parte fundamental de este proyecto. Hasta que esto no se avance con las especificaciones, no se pondrá en marcha el plan», explicó Gandini.

Sin embargo, el «auto popular brasileño» es sólo una parte del debate. La funcionaria señala que aún es necesario mejorar las condiciones de financiación para que los brasileños puedan comprar un auto 0km, algo cada vez más difícil con la inflación que experimenta Brasil (aunque mucho más baja que en Argentina), las consecutivas subidas de precios de las automotrices, los altos tipos de interés y la falta de crédito.

La funcionaria prefirió no hablar más del asunto mientras se aguarda la votación en curso en el Supremo Tribunal Federal (STF) sobre la aplicación de la Tasa Referencial (TR) para corregir los saldos de las cuentas del FGTS (el sistema de aportes jubilatorios). El gobierno de Lula viene impulsando un plan para liberar parte de los fondos del FGTS para que los aportantes puedan disponer de manera inmediata de parte de sus fondos, con el fin de destinarlos al consumo. Un sistema similar adoptado en Chile impulsó el año pasado la venta de 0km y permitió batir récords históricos de patentamientos.

Automotriz Brasil

Lo que Gandini prefirió comentar fue la necesidad de tomar alguna medida para resolver el problema de la producción automotriz de Brasil. Hoy, la industria de ese país produce 2.7 millones de vehículos por año, con una capacidad ociosa de 4,5 millones. Uno de los proyectos sugeridos sería la ampliación del programa Renovar, actualmente disponible sólo para camiones, para incluir también a los automóviles, fomentando el intercambio de vehículos de más de 10 años y su reciclaje (una especia de Plan Canje, a la brasileña).

«Hay varios proyectos sobre la mesa además del aumento del Renovar y la nueva fase de Rota 2030, como el tema del Auto Popular. Pero el equipo está definiendo el proyecto. El modelo tiene que definirse pronto. Hasta que no se defina, ninguna automotriz lanzará nada», concluyó Gandini.

En Brasil esperan que haya más información en los próximos meses, a medida que el Gobierno de Lula defina  la propuesta de ampliación de Renovar y publique las nuevas normas de Rota 2030, que se presentarán en junio. Algo está en claro en Brasil: sin incentivos fiscales del Gobierno, ninguna automotriz se lanzará a producir un «Auto Popular».

Fuente: motor1