Ante una multitud, Macri llamó a dar vuelta la elección

Ante una multitud, Macri llamó a dar vuelta la elección

Hacía mucho tiempo que ninguna fuerza política se animaba a un gran acto en el Obelisco. Nunca el macrismo había reunido semejante cantidad de gente. Ante una multitud de fervientes seguidores, el presidente Mauricio Macri hizo ael sábado su más fuerte apelación a “dar vuelta la elección”, tras la derrota en las PASO del 11 de agosto.

Según los diversos cálculos que circularon, se congregaron en la avenida 9 de Julio desde 320.000 personas. El Gobierno estimó que la concentración sumó cerca de un millón de asistentes.

El propio Macri lo comprobó cuando en el pasaje más emotivo de su mensaje los sumó a una suerte de reafirmación de fe en los valores y principios que los identifican. Así, les preguntó si compartían la creencia en la honestidad, la educación, el trabajo, la Justicia independiente, la integración al mundo, el combate al narcotráfico y la libertad de pensamiento.

El Presidente se encargó de subrayar las diferencias con el gobierno anterior, que fue un blanco recurrente en su mensaje de menos de media hora. Acusó al kirchnerismo de soberbio y de hacer promesas vacías. “Basta, hasta acá llegaron”, dijo. Después hubo arengas para concurrir a votar, para fiscalizar y para no perder la esperanza de pasar al ballottage.

Macri estuvo en el escenario junto a su candidato a vice, Miguel Ángel Pichetto,y a su esposa, Juliana Awada. Al escenario también subieron Horacio rodríguez larreta y Marcos Peña. Muy cerca quedó María Eugenia Vidal.

“Yo estoy acá para defenderlos y siempre los voy a defender. No dejemos que nos digan con el dedo en alto que ellos son los que saben”, exclamó Mauricio Macri en el acto más masivo que haya encabezado alguna vez. Una multitud se acercó ayer a apoyar al Presidente al Obelisco: la gente colmó la avenida 9 de Julio, desde la avenida Corrientes hasta Córdoba, y copó varias calles laterales.

El acto fue la mayor apuesta de la campaña del Presidente y buscó dar un golpe de efecto una semana antes de la elección que puede ser definitoria. Desde la Casa Rosada difundieron que en el acto hubo “un millón de personas” y que superó todas las expectativas de convocatoria. Un cálculo realizado por infógrafos y cronistas de la nacion en el lugar estimó la presencia de más de 320.000 personas. En su mayoría se trataba de ciudadanos porteños de clase media muy identificados con el macrismo y férreamente antikirchneristas.

“Estamos viviendo una semana histórica. Tenemos que dar vuelta la elección. El domingo 27 es la elección real que define nuestro presente y nuestro futuro. Hay que transformar esta energía en acción”, dijo Macri en un discurso de casi media hora, más extenso que sus alocuciones habituales. “Así es como se van formando las revoluciones, es la rebeldía de las personas de paz que no queremos violencia, pero que tampoco estamos dispuestas a que nos lleven por encima una y otra vez”, agregó el Presidente.

En el pasaje más emotivo, Macri hizo cómplice a la gente de una suerte de reafirmación de fe en los valores y principios que los identifican. Así, les preguntó si compartían la creencia en la honestidad, la educación, el trabajo, la Justicia independiente, la integración al mundo.

Con el multitudinario acto, Macri no solo quiso dar una inyección anímica para convencer a indecisos y sumar voluntades para intentar arañar un ballottage. También quiso exhibirse como el referente de sus votantes y dar a entender que los seguirá representando políticamente, más allá de su suerte en las urnas. “Tenemos que reconocer que somos una mayoría que muchas veces miró en silencio. sin darnos cuenta fuimos relegando espacios, fuimos dejando el país en manos de unos pocos que fueron por todo, hasta por nuestra libertad”, exclamó el Presidente en un cruce al kirchnerismo. Mientras, en el campamento del Frente de Todos creen poder estirar la diferencia de las PASO.

Antes de acercarse al Obelisco, Macri ensayó en Olivos para la segunda edición del debate que lo cruzará mañana con Alberto Fernández (Frente de Todos) y el resto de los candidatos presidenciales en la Facultad de Derecho. También repasó el discurso que brindaría ante la multitud y para el que se respaldó en su teleprompter.

El Presidente se trasladó por tierra hasta alcanzar a la multitud que lo esperaba con banderas de la Argentina repartidas por los colaboradores de la campaña. Macri caminó por Diagonal Norte en medio de la gente mientras personal de la Casa Militar abría el paso e intentaba contenerlo. Conmovido, el jefe del Estado frenaba a cada paso a saludar con un beso y a estrechar manos.

La Casa Rosada se montó sobre una convocatoria que se empezó a gestar en las redes después de las PASO y que fue bautizada la “marcha del millón”. El oficialismo buscó hacer una demostración de fuerza con un impactante desborde callejero. El comando de campaña de Juntos por el Cambio agitó la convocatoria con todos sus “fierros” digitales: difusión a través de referentes, mails a voluntarios, grupos de Whatsapp, avisos en aplicaciones móviles y publicidad digital. A la Capital Federal se movilizaron voluntarios de Juntos por el Cambio de diferentes puntos del país.

El titular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi, devenido en el “manager” de la gira proselitista de Macri, alquiló para el acto un amplio escenario y ocho pantallas gigantes, financiadas por Pro nacional. Fue tal la convocatoria que en la previa funcionarios y diputados se asomaban por los laterales del escenario para observar y sacar fotos. “¡Acá estamos y la vamos a dar vuelta!”, exclamó Marcos Peña, que ofició de “telonero” del Presidente junto con Lombardi y el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis. Al jefe de Gabinete se lo vio exultante como no ocurría desde hacía tiempo. “Disfrutemos en paz”, pidió. Cerca de las 18.30, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tomó el micrófono para presentar al Presidente.

“Estamos juntos defendiendo una forma de vivir. Quiero saludar a los compañeros venezolanos que nos acompañan, que defienden la libertad que en su país perdieron. No más a la resignación, no repitamos la historia una y otra vez. No nos vamos a quedar callados, no vamos a dejar que vengan con deditos, con atril, con canchereadas, con soberbia”, inició su discurso Macri.

“Llegar acá fue más difícil de lo que imaginábamos, los problemas eran mucho más profundos y resolverlos lleva tiempo. Demostramos que se puede gobernar sin generar miedo ni odios”, dijo el Presidente. “Esta elección tiene que ser la de mayor asistencia desde 1983. Por eso, todos a votar”, pidió Macri. Fue su mayor intento de cambiar la ecuación que plantearon las PASO.

“Tenemos futuro y vamos a dar vuelta la elección. Se viene una etapa de crecimiento, de mejor trabajo y de alivio para los argentinos. ¡Sí se puede!”

“Hay que decirles a los que están enojados o que estén dudando que los necesitamos, no yo como persona, sino todos los argentinos. Esta es la elección real y no es cualquier elección, porque define el futuro”

LA NACIÓN