Alberto Fernández busca amortiguar la tensión con Santa Fe y mostrar “gestión”, pero sigue fuerte la interna con CFK

Con una semana de demora, en la que quedó en el centro de las críticas, Alberto Fernández buscó amortiguar la crisis por la escalada de violencia narco en Rosario. Anunció que aumentará el número de efectivos de las Fuerzas Federales en la provincia de Santa Fe e informó que el Ejército Argentino participará en la urbanización de barrios de la ciudad. Mientras tanto, crecen las tensiones con Cristina Kirchner, que apareció este martes de manera sorpresiva, al inicio de una semana que la tendrá como protagonista.

 «No me tiembla el pulso«, aseguró el Presidente, en un video grabado desde la quinta de Olivos. «Son las Fuerzas Armadas de nuestra democracia. Del modo ejemplar, como actuaron en la pandemia y en los incendios, lo harán ahora con la misma honestidad, destreza y convicción, en socorro de una ciudadanía que las necesita«, argumentó el mandatario.

Además, anticipó que el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, firmará con la Unidad de Información Financiera (UIF) el convenio para instalar una delegación en Rosario, reclamo provincial histórico, y detalló que se implementarán 600 cámaras de vigilancia de reconocimiento facial de última generación, producto del convenio de colaboración con el RENAPER.  

El mandatario busca dar señales después de que el conflicto narco en Rosario escalara al primer puesto de la discusión política. Ocurre luego de que la semana pasada tirotearan el frente del supermercado de la familia Roccuzzo, con una amenaza incluida para Lionel Messi.

Mientras Alberto Fernández, que mantiene sus aspiraciones de reelección, intenta mostrarse preocupado por la gestión, las tensiones volvieron a estallar en el Frente de Todos. En las últimas horas, se filtraron supuestos chats del Presidente con un periodista, en el que afirma en off the record que si triunfa en una PASO oficialista podría «terminar con 20 años de kirchnerismo y ganar las elecciones».

De manera sorpresiva, Cristina Kirchner reapareció este martes en el Senado en un acto por la entrega de distinciones a las Abuelas de Plaza de Mayo, en el que además de críticas al Poder Judicial, dejó una clara señal para la interna oficialista.

“La desaparición, tortura, la muerte, la cárcel hoy no serían toleradas por la Argentina. Hoy hay formas más sutiles de clausurar los sueños de aquellos que creen que un país diferente puede ser posible. Ya no son tanques, son los tribunales”, lanzó Cristina Kirchner, con críticas a los medios “cómplices” incluida.

En un tramo de su discurso, cuando estaba criticando a exfuncionarios de Cambiemos, la Vicepresidenta dio un giro que pareció apuntar directamente a la Casa Rosada: “En un off se dicen barbaridades que después se niegan, pero bueno… ya sabemos cómo son estas cosas».