Rechazo de las economías regionales a la alícuota del 15%
Se impondría una a casi la mitad de los complejos productivos
De acuerdo con el Monitor de Exportaciones de las Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), entre diciembre de 2022 y noviembre de 2023 las exportaciones de las economías regionales –entre las que está el clúster limonero– sumaron US$6373 millones contra US$1179 millones de importaciones, lo que arroja un superávit comercial de US$5194 millones. Es en este contexto que el gobierno encabezado por Javier Milei propone imponer retenciones del 15% a casi la mitad de los complejos.
Del proyecto y de las reuniones que los sectores productivos vienen manteniendo con referentes de Nación, no queda claro si es la misma alícuota para todas las posiciones arancelarias de un sector o solo para algunas. De todas maneras, el reclamo generalizado es que se mantenga el cero por ciento.
En términos de dólares, fue el sector olivícola el que encabeza la lista de CAME (realizada sobre datos de Indec) sobre incrementos interanuales. Con un alza de 48,8% exportó por un total de US$957,1 millones. Ese complejo es uno de los 18 sobre los que el gobierno no establecería retenciones.
Aclara que empujó la dinámica un alza considerable de precios para el aceite de oliva por la sequía que durante dos años afectó a España; a eso se le sumó que el sector pudo acoplarse a la liquidación de divisas 70/30 que instrumentó la gestión económica anterior.
Los 32 complejos analizados exportaron 16,3% menos en volumen que entre diciembre 2021 y noviembre 2022.
En el ranking quedó como segundo por crecimiento exportador, con una suba interanual de 8,7%, el sector frutícola (manzanas, peras y membrillo) con US$227,3 millones, y tercero, el complejo frutícola (frutas tropicales) con una variación positiva del 8,5%.
Un reporte de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) indica que si, finalmente, se aplican las retenciones que presentó el Gobierno, habrá “menor inversión, menor empleo y más concentración de la producción”.
Los casos más complicados, según CRA, son los vinos, el algodón, la carne ovina, el aceite esencial de limón, el tabaco, la cadena forestal, la cadena avícola, la cadena porcina, la floricultura, la mandioca, las aromáticas y especias e incluso algunas producciones regionales menores, como por ejemplo semillas de chía, sésamo, poroto mung, cártamo y maíz pisingallo.
“La persistencia de las retenciones implica una apropiación adicional del Estado Nacional sobre la facturación de los productores, que son quienes soportan el impuesto, pues los exportadores lo trasladan al precio interno final pagado. Por eso resulta imprescindible eliminarlas”, afirma la entidad.
Más críticas
También el Consejo Agroindustrial Argentino rechaza la idea: “Este tipo de proyectos con subas de derechos de exportación son contradictorios con la generación de empleo, producción y exportaciones que ha expresado el Gobierno”.
Agrega que si bien se comparte la “necesidad de alcanzar el equilibrio fiscal” ese objetivo “no sucederá aumentando impuestos a economías regionales agroindustriales y otras cadenas de valor agroindustriales exportadoras como carnes, pesca, complejo industrial de la soja y del trigo, entre otros”.
Las bolsas de cereales de Córdoba, Buenos Aires, Bahía Blanca y Entre Ríos, junto a la Bolsa de Comercio del Chaco, están en la misma línea. Califican al impuesto como “distorsivo” y enfatizan que causa “efectos desalentadores” para la producción.
Fuente: La Nación
